El cómic, y su reinvención cinematográfica, parece haberse convertido en el nexo de unión entre la carrera que fue y la carrera que será, ya lo vivimos con Stallone y ahora lo vivimos con Bruce Willis, actores de acción que hicieron del músculo su modus operandi que ahora ceden su lugar a productos más cercanos a la comedia (Arnold se quedó con la política, comedia al fin y al cabo).
«Red» es una adaptación absolutamente libre del cómic homónimo, y digo libre porque transforma el cinismo y los toques siniestros del original y los dota de cierta trivialidad palaciega que funciona bien en pantalla pero que dejará ofendidos a los amantes del cómic.
Como película, «Red» es un ejemplo a seguir, en cuanto a calidad de dirección, presencia maquiavélica de los actores y momentos para recordar a la salida del cine. Pierde un poco de fuelle a mitad de metraje, aunque se recupera bien de cara al final con lo que el espectador sale contento.
Evidentemente, no es una película artística, ni lo pretendía, es una especie de autoparodia que Bruce Willis hace de sí mismo, para lo que se ha rodeado de los pesos pesados de su generación (Morgan Freeman, John Malkovich, Helen Mirren) y dejado la labor de dirección a Robert Schwentke, un semidesconocido, para que no les robara protagonismo a los actores.
El espectador se encontrará, en definitiva, con espías en decadencia que combinan sentido del humor con acción a la vez que parodian indirectamente a los actores que les dan vida, una película entretenida, sin grandes pretensiones y que demuestra que se puede hacer buen cine en todos los registros.
Buena película para disfrutar de un rato de desconexión vital.
Publicado en el blog de Letras (Tu revista literaria)
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