Publicado en el blog de Letras (Fuengirola)
Por Rubén Sancho
Hay que reconocer que Peter Jackson es un tipo con agallas, no hay duda. Se atrevió a llevar al cine El Señor de los Anillos y ahora, ni corto ni perezoso, lo ha intentado con Desde mi Cielo.
La novela de Alice Sebold narra una historia compleja, tanto visual como conceptualmente, y pretender interpretarla para el lenguaje cinematográfico es una temeridad, al menos para la mayoría de los mortales, porque para Peter Jackson es un reto.
Un reto que llega hoy a nuestras pantallas bajo el título de The Lovely Bones. La película es una adaptación libre de la novela, se queda con su espíritu, pero trata la historia de una manera totalmente distinta.
Lo mejor de la cinta es, sin duda, el elenco de actores, destacando, como no podía ser de otra manera, Susan Sarandon, que hace un papel acorde a su prestigio, aunque su personaje tiene algunas lagunas de guión.
Un guión que parece ser un mal menor para Jackson, que está más preocupado por el impacto visual que recibe el espectador que por la historia que cuenta. Ya en el Señor de los Anillos tuvo algún desliz de pretenciosidad visual, pero entonces se lo podía permitir, la historia le concedía esa libertad poética. Aquí no, la historia, aunque repleta de ensoñación, reclama más contención visual.
Por ello acabas saliendo del cine pensando que al director se le ha ido la mano, y que debía de haber dado más importancia a lo que le sucede a los personajes, de una complejidad absoluta.
Esa falta de interés por sus propios personajes provoca ausencia de fluidez narrativa. La historia va a trompicones y el espectador nunca se llega a emocionar con lo que le están contando, porque nunca llega a entrar en la historia al cien por cien.
En definitiva, decepcionante regreso de Peter Jackson, del que se esperaba más, al menos yo. No sé tú, pero yo este fin de semana no voy a ir al cine, acabo de rescatar de mi estantería la novela de Alice Sebold, voy a desconectar el móvil y a hacerme un cafetito rico.