Jesús Gª Sevilla, en la presentación de Los sexos de Mabel: «Mabel es una de tantas universitarias que tienen que demostrar cada día que valen tanto como sus colegas varones»
El libro, editado por Ediciones Irreverentes, trata de las relaciones de dominación en la pareja, la familia y el trabajo
Mabel es una mujer joven, atractiva e independiente, dedicada a la investigación genética, que sufre con los sucesos vitales del pasado —especialmente una compleja relación con la madre, un ser posesivo— y del presente, que pueden precipitarla a su autodestrucción. Disfruta de una marcada libertad sexual sin ataduras, pero tendrá como único punto de apoyo en su caída al hombre que acepta ser su pareja en condición de siervo en una extraña relación de dominación. Sobre las relaciones de dominación afirma Jesús García Sevilla “las relaciones de dominación, en la pareja, en la familia, en el trabajo, están a la orden del día. En primer lugar, el texto confronta a Mabel con su conciencia y las dos coexisten y luchan en un yo dividido. Mabel se muestra libre y espontánea, es el lado trágico del sufrimiento, mientras que su conciencia está en lo cómico, la farsa, el yo que se ríe. Mabel se desdobla y se ofrece en espectáculo sin pudor alguno; es un puro personaje histriónico y ella lo sabe. En segundo lugar, Mabel arrastra consigo, sufriendo con su madre, lo que se llamó ‘locura a dos’ y con el tecnicismo actual ‘trastorno psicótico compartido’; esta lucha de poder madre-hija es trágica y está cargada de ansiedad. Otras relaciones de poder son de carácter sexual y se dan entre Mabel y sus amantes, Blas y Christelle, y aún otras son de poderío profesional con su jefe de laboratorio, Dominique.”
Mabel salió desde su ciudad natal, Bilbao, para desarrollar en Ginebra su carrera profesional. Blas, su siervo, dejó La Puebla de Montalbán para ser camarero en un aeropuerto suizo. Pero su relación tiene una tercera persona, Christelle, la psiquiatra. ¿Podemos sobrevivir al examen detallado de nuestras vidas?
Según García Sevilla “Mabel tiene una semejanza con el Príncipe Hamlet de Shakespeare. Ella también es una pensadora incesante, ensimismada y que escucha con atención lo que su interior le dice, y al hacerlo va cambiando y, como Hamlet, caminando hacia su destrucción. Los soliloquios de Hamlet y el diario íntimo de Mabel me parece que cumplen una misma función, la de autoescucharse. Además todo el mundo sabe quien es Hamlet, pues un héroe, sí, pero un héroe-villano porque entre otras muchas villanías es un manipulador y un asesino. Mabel también es una heroína-villana, indigna con su madre y ruin con otros personajes, y ciertamente trama una venganza. Creo que Mabel también tiene una semejanza con el Satán de Milton, ese fantástico héroe-villano con el que tengo una gran empatía.”
¿Hay muchas mujeres como Mabel en la actualidad?, se pregunta el autor: “Son muchas las que se sienten, en uno u otro aspecto, como Mabel. A todas ellas la lectura de la novela les ampliaría el campo de visión sobre la vida y la necesidad de luchar por su independencia a pesar de las ataduras sociales. Especialmente, y me ciño a mi profesión, a las universitarias con un doctorado en alguna disciplina científica que tienen que demostrar cada día que valen tanto como sus colegas varones.”
JESUS A. GARCÁA SEVILLA (Palma de Mallorca, 1946). Catedrático de Farmacología. Su actividad investigadora en Neurociencia se ha desarrollado en la Universidad de GÁ¶teborg (Suecia), Synthélabo Recherche (Francia), Universidad de Michigan (EEUU), Universidad de Ginebra (Suiza) y en la Universidad de Baleares. Su interés se centra en los mecanismos neurobiológicos de los trastornos psiquiátricos funcionales.