Si de cacao y de tierra el marrón, es más marrón que el de tu mirada nocturna y ansiosa, no creerÃa en los cerros ni en las cortezas, porque he bebido en la fragancia a rosas que te acompaña, cada espacio que el sol dispone, y predispone cuando descansa, en nuestro encuentro, y lava con delicadeza tus observaciones sin poder desteñirlas.
/Arcángeles preocupados me visitan a diario, y dejan entre mis manos sudor de plumas y aire, y en la fundición en que mi alma transforma lo que has hecho de mÃ, el calor, en un ruidoso silencio, sambando[1] un tango de tu boca de mangos y boloñesa, y descalzo sobre la madera,  ayuda al rebote precioso de los chasquidos/
Los pasitos incrédulos de los desesperados, machucan las baldosas de las veredas, y yo egoÃstamente feliz, me enamoro con el sonido matemático de todas las guitarras que te nombran, solo por saber que en una armonÃa perfecta, voy encontrándote, en este pedacito de alma inquieta con que saboreo las mujeres que cuelgan desnudas de la paredes, todos los idiomas perdidos en los libros y mi propia piel, que bosteza en cada una de mis sonrisas, que te piensa y va abriendo a machetazos la libertad que me provocas.
Y busco entonces alguna palabra que tenga el movimiento de los zapatos en las escaleras, del viento y el  barro, o la pureza de las rocas golpeadas por el mar, y en cada rayo el rarÃsimo sabor de tus labios, se atora a tiempo y contratiempo mientras recorro las letras de un teclado. Ninguna palabra me sirve, y cuando ningún fonetismo te descubre, adoro la volaterÃa en que puedo traerte y llevarte del espasmo de mis dedos y del sepia en que te veo.
Como clave madura que cuelga del trópico, y eriza la nuca, Cruz, de sÃmbolos para mis ojos, de deseos acullá, la belleza bruta de tu caminar, y la simpatÃa de tu desconcierto. La inválida tarde no resiste a verte, mientras los ocasos marcan el tiempo con el talón al horizonte, y esta pequeña inmensidad se siente en un balanceo de cajones rioplatenses entre olorcitos florecidos de pleno invierno, como los lagos en deshielos, como las 7 de la mañana.
[1] (Bailando samba) Samba: ritmo folclórico Brasilero.