En un paÃs donde escasean los debates polÃticos de altura, no debe quedar sin glosa el hecho que a continuación relato.
El alcalde de Málaga, señor de la Torre (persona de reconocido talante liberal y una inagotable capacidad de estar presente allà donde haya cualquier conato de inauguración, celebración o evento social), asiste, en un cementerio de la ciudad, a un acto relacionado con la llamada (oxÃmoron flagrante) “memoria históricaâ€.
Con ocasión de este hecho, un joven y destacado militante del primer partido de la oposición, deja plasmado en su twitter este modelo de perspicacia polÃtica y riqueza conceptual: “@pacodelatorrep dice que la República tuvo fallos justifica el golpe de estado y la dictadura en un homenaje a las vÃctimas franquistas. hpâ€.
Antes de entrar en la auténtica almendra de este debate, el significado de la abreviatura “hpâ€, quiero hacer dos apostillas a este texto.
Primera: es evidente que la República tuvo fallos, entre ellos, provocar la dimisión de su primer presidente, don Niceto Alcalá Zamora, de una forma ilegal. Para ilustrarse de los fallos de este régimen nada mejor que leer los artÃculos que escribió el mayor intelectual republicano (y el mayor intelectual a secas) de la España del siglo XX, a finales de 1931. Además, entre admitir estos fallos históricos y justificar un golpe de estado no tiene por qué haber una relación causal. Segundo: me imagino que donde pone ‘vÃctimas franquistas’ quiere decir ‘vÃctimas del franquismo’, expresiones que no sólo son distintas, sino contrarias. Era difÃcil que Franco hiciera vÃctimas a sus propios adeptos, aunque a algunos les hizo la puñeta.
Aclarados estos dos puntos, paso a lo esencial.
La abreviatura “hp†suele tener, en el lenguaje twittero (sé que la palabra no existe, pero la Academia acabará admitiéndola), el poco piadoso significado de “hijo de putaâ€. ¿Es asà en la intención de este autor, émulo de Quevedo, de Cela, de Pérez Reverte, de tantos como han hecho arte con el lenguaje procaz? Según un compañero suyo de partido, que ha querido dulcificar la semántica de estas dos letras, las siglas significan “hijo predilecto del franquismoâ€. Que un señor como de la Torre, que en esa época era joven y bastante desconocido, tuviera tal tÃtulo, hubiera sido, más que un tachón en su expediente democrático, una prueba de extraordinaria precocidad para acaparar tÃtulos y honores. ¿Hijo de puta? ¿Hijo predilecto? ¿Cómo interpretar tan enigmáticas grafÃas? El debate está servido; y con todos los ingredientes para tener un calado intelectual, que, como digo, no se prodiga por nuestra vida polÃtica.
Remontándonos en el tiempo, los bisabuelos de estos jóvenes socialistas (los de la República, Besteiro, de los RÃos, NegrÃn), leÃan en alemán a Krauze y ocupaban cátedras. Entre sus abuelos (los de la transición, Tierno, Peces-Barba, Bustelo, Fernando Morán) habÃa gente leÃda e ilustrada. Sus padres (RodrÃguez Zapatero y CÃa) ya tuvieron como principal fuente de conocimiento el diario El PaÃs (quizá aquà comienza el verdadero punto de inflexión), a veces asimilado por un proceso osmótico por simple contacto epidérmico, es decir, manteniéndolo sujeto debajo del antebrazo y cerca de la axila.
De ahÃ, hemos pasado a este ingenioso twittero que hoy nos ocupa, donde ya desaparece, como molesto prejuicio, cualquier pudor por mostrar ignorancia o inexactitud.
La evolución se ha consumado prácticamente. ¡Por fin nos hemos librado de la Cultura, ese esfuerzo inútil, esa costumbre burguesa!