El Monasterio de Piedra es un espacio singular en el que se encuentra el Parque Natural; el MonasterioCisterciense del Siglo XIII, los restaurantes Reyes de Aragón y Piedra Vieja, y el Hotel&Spa
- Catalogado como Conjunto de Interés Cultural y Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, el Monasterio de Piedra es uno de los parajes más espectaculares de Europa, siendo además galardonado con la Medalla al Mérito Turístico por el Gobierno de Aragón en el año 2011.
- En la actualidad, alrededor de 250.000 personas visitan el Parque cada año.
Recorre el Monasterio de Piedra, con motivo del Día Internacional del Libro, siguiendo la estela de los miembros de la Real Academia Española
El Parque natural guarda una estrecha relación con la Academia: Emilio Castelar, Juan Eugenio Hartzenbusch o Pedro Antonio de Alarcón se dejaron cautivar por el encanto de este singular paraje
Visitar el Parque del Monasterio de Piedra es reencontrarse con los paisajes que contemplaron algunos de los personajes españoles más destacados de finales del siglo XIX. Por sus senderos han paseado los escritores que ocuparon algunos de los sillones de la Real Academia Española. Es fácil imaginar que las cascadas, los arcoíris que se dibujan en sus saltos de agua o la quietud del Monasterio crearan un entorno ideal en el que los literatos se refugiaran para buscar inspiración.
Al tratarse de un espacio natural rico en vegetación y agua, las temperaturas en verano no son tan extremas como en otras regiones, por lo que la sociedad más acomodada de la época encontraba en el Monasterio el ambiente ideal para su descanso.
Un recorrido por los sillones de la Academia, en el Monasterio de Piedra
En la semana dedicada al libro, te invitamos a descubrir algunos de los rincones más emblemáticos de Monasterio de Piedra siguiendo las huellas de escritores que también fueron miembros de la Academia.
Sillón “D” y el gótico cisterciense
En julio de 1871, el que más tarde se convertiría en presidente del Poder Ejecutivo de la Primera República, Emilio Castelar, escribía una bella dedicatoria en el libro de visitas del Monasterio de Piedra que, haciendo alusión al sol del mediodía, reza así:
“A su resplandor hay que ver las ruinas vestidas por el jaramago y la hiedra; los arcos románicos y las góticas ojivas, la torre feudal con sus almenas y sus ladroneras junto a la torre monástica con sus fuertes aristas bizantinas…”.
Castelar quedó deslumbrado por la belleza del gótico cisterciense del Monasterio, caracterizado por ser una arquitectura sobria, austera, sencilla y luminosa.
La construcción del Monasterio se realizó en los años de transición del Románico al Gótico. Concretamente, el 16 de diciembre de 1218, se hizo la ceremonia de traslación de la comunidad desde Piedra Vieja a Piedra Nueva por lo que el Monasterio de Piedra celebrará su 800 Aniversario en 2018.
Sillón ”l” minúscula y el Lago del Espejo
Para los escritores románticos, como Juan Eugenio Hartzenbusch, el Parque del Monasterio era un referente por haber sido diseñado siguiendo los gustos de este movimiento. Así debió sentirlo Hartzenbusch cuando se alojó en el Monasterio en agosto de 1872. Ligado a la región de Aragón tras el éxito de su obra “Los amantes de Teruel”, el escritor dedicó una poesía “al Río Piedra en el Monasterio del mismo nombre”.
Sin duda uno de los rincones más del gusto de Hartzenbusch sería el Lago del Espejo y el Vergel por su halo romántico y su quietud.
Sillón “K” y la Cascada Caprichosa
Conocido por su seudónimo Cocinero de S. M., José de Castro Serrano animaba a los artistas a imitar a la naturaleza tal y como se recoge en el libro de firmas del Monasterio: “Cuando la naturaleza quiere maravillar al hombre, desquebraja unas peñas, derrama unos chorros de agua y hace salir el sol. Esto es Piedra. ¡Artistas: imitadla!”.
El ilustre escritor y amante de la buena mesa disfrutaría de la exuberancia de la cascada La Caprichosa, uno de los saltos de aguas más conocidos y retratados del Parque. A lo largo de los siglos, el río Piedra ha ido modelando la roca formando esta hermosa cascada.
Cierre los ojos y agudice sus sentidos dejándose acariciar por el susurro de la caída del agua y los sonidos de la naturaleza.
Sillón “H “y el Monasterio
El Monasterio no solo atraía a los románticos de la época, sino que también recibió a escritores ligados al movimiento realista como Pedro Antonio de Alarcón.
Para uno de los impulsores de la literatura de viaje un enclave como Monasterio de Piedra que conjuga naturaleza, historia y arte sería fuente de inspiración.
En nuestra visita a este enclave turístico podremos imaginar lo que debió suponer para un hombre del siglo XIX, amante de los viajes, encontrar tal diversidad de espacios en los que recrearse.