Yo: ¿Dónde estabas? Ya te echaba de menos.
Superyo: He estado con mis cosas, ocupado con mis reflexiones, con mis idas y con mis venidas.
Yo: ¡Qué enigmático!
Superyo: Ya ves, que me gusta hacerme el importante.
Yo: ¿Y has sacado algo en claro?
Superyo: Alguna que otra cosilla.
Yo: ¿Por ejemplo?
Superyo: Por ejemplo que Zapatero y su equipo de gobierno no están preparados para sacar a España de esta crisis, porque no están dispuestos a tomar las medidas necesarias, por miedo a perder peso entre sus votantes.
Yo: ¿Y cuáles serían esas medidas?
Superyo: La más inmediata tendría que ser la reforma del mercado laboral.
Yo: Pero eso no sería socialista.
Superyo: Sí sería socialista, lo que no es socialista es mantener la legislación actual, puramente demagógica, pero nada efectiva. Hoy en día el trabajo en España es precario porque la inmensa mayoría de los contratos son temporales. Si se constituyera un mercado libre todos los contratos serían indefinidos, y ante el despido siempre quedaría el recurso del subsidio de desempleo. Además, se beneficiaría la rotación de personal y la formación continua de los trabajadores.
Yo: Dicho así suena bien, no sé. ¿Y qué te parece la última ocurrencia de Corbacho? Eso de pagar a los ciudadanos rumanos para que se vuelvan a su país a cambio de que no puedan regresar.
Superyo: Pues una auténtica barbaridad, una medida que roza lo fascista. El objetivo es claro, reducir las cifras de desempleados a toda costa, y no importa si para ello hay que echar a todos los extranjeros de España. Es vergonzoso que un gobierno que se llama a sí mismo socialista tome iniciativas de este tipo.
Yo: Vaya, está claro que estás muy descontento con el gobierno.
Superyo: Descontento y defraudado, porque esperaba más de Zapatero, confiaba en que detrás de su fachada de retórica contumaz hubiera algo de aptitud estadista, pero en cuanto rascas comprendes que sólo es un pozo sin fondo de palabras vacías de contenido.
Yo: No te lo negaré, la verdad, especialmente porque estás diciendo lo mismo que dije yo hace un par de meses.
Superyo: Será que sufrimos una especia de transmigración ideológica, lo que piensas tú acabo pensando yo, y viceversa.
Yo: Sonríamos ante ello, entonces.
Superyo: Sí, más que nada porque nos lo ha pedido el alcalde, todo sea por convencer a la comisión del COI.
Yo: ¿Te imaginas Madrid con unos Juegos Olímpicos?
Superyo: Sería una inyección económica de gran altura, sin duda, amén del influjo publicitario a nivel mundial, así que si hay que sonreír sonreiremos.
Yo: Sin duda.