El reto está en llamar atención a todo el mundo, en las campañas políticas, para que te voten y así ganen los de tu partido, luego si los tuyos ganan haces una fiesta por todo lo alto para celebrarlo.
Mientras tanto siempre habrá quien espere que le hagas un favor que le ayude a progresar profesional con alguna cuestión relacionada con la construcción que es lo único que ha movido siempre a los ayuntamientos, el poder del ladrillo ha sido enorme, si uno tenía huerto de lechugas pero conoce al concejal de turno, se lo recalifican se pone a construir y ale a ganar dinero fácil.
Así al menos fue durante un tiempo donde todo era cuestión de mover papeles y hacer las gestiones adecuadas.
Ahora las cosas han cambiado y la mayoría de ayuntamientos están más tiesos que la mojama e incluso alguno se declaro en banca rota.
Cobrarle deudas a un ayuntamiento exige más paciencia que Joob.
La excusa siempre es la misma la crisis del ladrillo nos ha pillado y no tenemos liquidez ahora, ya te pagaremos.
Mientras el tiempo pasa, el ayuntamiento sigue recaudando impuestos y demás.
Los políticos mientras siguen a lo suyo diciendo que aquí no pasa nada, que todo es cuestión de tiempo y que la crisis tocara fondo en breve.
Las vacas gordas de los ayuntamientos han pasado época en la que gastaban el dinero a manos llenas y a cualquiera que tenía un terreno le dejaban construir en cualquier lugar y casi de cualquier modo, ahora ha llegado el momento de aprender economía de guerra.
Mientras eso pasa nos crujen a impuestos con la excusa de la crisis, siempre la crisis es la excusa para llenarnos a impuestos para según los políticos equilibrar las cuentas que no salen por mucho que nos quieran vender lo contrario…
Es extraño pero el político nunca reconoce la realidad, siempre la niega y la tapa a favor de sus intereses.
Los especuladores han pasado ya a mejor vida ,con la crisis se limpiara un poco todo y se pondrá el contador a cero para cuando lleguen de nuevo las vacas gordas, seguro que cuando lleguen se volverán a cometer los mismos errores de antaño y aquí no habrá pasado nada.
Mientras eso llega nos hundimos día a día en el fango de la crisis, nuestros bolsillos están cada día más vacios y nos cuesta más sobrevivir, los únicos siempre felices son los políticos que viven bien gracias al dinero ajeno.