En la actualidad existe una gama importante de modelos de análisis fílmicos, teniendo como aspecto común la recurrencia a los elementos formales del texto fílmico: sonoros, visuales y sintácticos, semánticos, semióticos…
Ahora, ¿a qué nos referimos con análisis fílmico? y ¿en qué se distancia de la crítica cinematográfica? Se pretenderá abordar estas interrogantes partiendo de la lectura a una muestra de artículos de revistas arbitradas internacionales.
Para comenzar, un análisis fílmico parte de las preferencias de un investigador y desde disciplinas diferentes (sociología, educación, antropología, psicología por ejemplo). Estos dos puntos de partida no suprimen el uso de métodos y metodologías. Es más, ambos deben estar presentes. Se reconoce que es necesario saber de la estética cinematográfica, además de poseer una cultura que le permita abordar el objeto. No se niega que un cinéfilo pueda ser un ente que analiza el filme, pero si se empaña, únicamente, con el disfrute, no puede lograrlo.
En segundo lugar, el punto de partida da cuenta de uno de los elementos de la poética fílmica -llámese retórica, pragmática o estética-. La poética fílmica es “el estudio general de la construcción de los textos cinematográficos. Es decir, la disciplina integradora de las demás aproximaciones: la Narrativa, la Retórica, la Pragmática y la Estética Fílmica” (Rojas, 2005, p. 5). De modo que cuando leemos una “crítica” en algún periódico venezolano o en webs nacionales, que nos indica el qué (la historia) solo muestra una parte de la narrativa fílmica, pues está obviando el cómo y peor aún “Todo el mundo sabe qué dice una película y los analistas no deberían ocuparse de eso. Los analistas se ocupan del cómo dicen las películas…” (Zunzunegui, 2007, p. 57). En este sentido, no es válido preguntarse ¿contar o no la película? La “supuesta crítica” ni siquiera se aproxima a un análisis fílmico. Y ¿por qué sucede esto? ¿Será por ausencia de formación al respecto o por costumbre? Probablemente estas interrogantes sean simples elucubraciones o arriesgadas suposiciones que de modo obligado nos lleva al tercer aspecto de esta discusión: el análisis rescata lo visible y no lo oculto. Siguiendo al mismo autor, es una malsana costumbre escudriñar en las profundidades de un filme para sacar a la luz algo que ni siquiera llega al “sentido de lo plausible”. No se trata de inventar ni tampoco de descubrir nada.
Entonces, un análisis se distancia de: a) la arbitrariedad del investigador en cuanto a hacer lo que le parezca, b) centrarse en uno o dos de los aspectos que integran la poética fílmica, c) los vicios en cuanto al tratamiento, entre ellos el desdeño a lo que el mismo texto da, d) el empeño por hacer crítica, y, e) el abordaje teórico a una película.
¿Qué es lo que corresponde a la crítica cinematográfica? Y ¿qué le corresponde al análisis?
En principio, podemos destacar que la crítica no debe enfocarse solamente como un género periodístico. El concepto de crítica es menos entubado y más serio (por decirlo de alguna manera). Al respecto podemos revisar autores como Hegel y Kant, pero, definitivamente, nos desviaríamos de lo que aquí estamos tratando. Es desde esta amplitud conceptual que dimensionamos la crítica, e inevitablemente el componente llamado: “crítica cinematográfica”.
Una muestra de definiciones
Un análisis fílmico es siempre la consecuencia de un encargo (…) Desde cualquier perspectiva que se aborde el análisis fílmico, casi todos los planteamientos teóricos coinciden en que siempre habrá de darse una doble tarea: 1) descomponer el film en sus elementos constituyentes (deconstruir-describir) y 2) establecer relaciones entre tales elementos para comprender y explicar los mecanismos que les permiten constituir un “todo significante” (reconstruir- interpretar). (Gómez, sf)
El análisis del filme se distingue «‘al menos inicial y teóricamente»‘ de la crítica cinematográfica, de la teoría, de la lectura del filme y del comentario…la crítica viene a seleccionar las obras más significativas de una cartelera en función de su calidad estética, cualquiera qué sea el rasgo determinante por la que se aprecie esa calidad. En el peor, la crítica viene condicionada por cinefilias y cinefobias, factores cinematográficos de carácter comercial o cultural, exigencias de divulgación, criterios de moda y actualidad… sin relación con el hecho fílmico en sentido estricto, aunque se suele indicar la excepción de André Bazin como modelo de crítica muy próxima al análisis riguroso…el análisis siempre es singular y, a pesar de su propensión a la teorización, se construye para una práctica concreta. El análisis filmográfico precisa calibrar la distancia de la mirada, lo que equivale a decantarse por el análisis global del filme, el análisis de algunas secuencias o el microanálisis… (Sánchez, 2002)
La crítica, en definitiva, expone un juicio de valor más o menos razonado sobre la calidad estética o artística, pero también moral o ética, de determinada película (un dictamen pericial de carácter artístico afirma perifrásticamente Laurent Jullier), con vistas a facilitar al espectador una hoja de ruta o itinerario modélico que le permita desenvolverse con criterio selectivo y cierta garantía de goce en el marasmo de una oferta audiovisual materialmente inabarcable (…) El crítico, en suma, sale a la palestra de la opinión pública (lo que quiere decir que su target o público objetivo es mucho más amplio y generalista que el del historiador y el analista fílmico) arrogándose el papel de implacable fiscal del buen gusto. Pero ¿quién le da vela en este entierro?, ¿de qué autoridad se inviste este fiscal?, ¿qué tipo de leyes invoca a la hora de emitir sus edictos?, ¿en qué consisten, si puede saberse, sus patrones de peritación?, ¿cuál es su vara de medir? (…) En el análisis, por consiguiente, no hay espacio (no debería haberlo) para el impresionismo, la subjetividad y la opinión singular, piedras angulares del discurso crítico a los que el analista contrapone el rigor metodológico… (Zumalde, 2007)
La crítica es una reflexión sobre los componentes de una obra audiovisual que pondera su valor y tiene como resultado un juicio estético sobre el conjunto, y que se ofrece al lector como pauta para la contemplación y la interpretación de la obra. Desde la cualificación académica «‘conocimiento de historia y estética del cine»‘ y la consideración artística del texto audiovisual, pero también desde la independencia de criterio, la subjetividad y el riesgo inherente a todo juicio, es preciso dignificar la crítica como uno de los momentos esenciales de la percepción estética. (Sánchez, 2002)
Para Bloom (1995) la crítica es un acto público de reflexión, estudio de un objeto sin elementos ideologizados y politizados.
Para Roffé (1993) “En el análisis no hay una valoración de la obra sino simplemente, compleja actividad, una investigación que conduce a establecer una descripción de la construcción del filme y de cómo las proposiciones ideológicas, narrativas y estéticas del cineasta, en mayor o menor grado, determinan las formas, expresivas y de contenido, de esa construcción. La crítica va más allá, en el sentido de que da parte de los resultados del análisis para formular enjuiciamientos resultantes de las confrontaciones de los conjuntos de valores ideológicos, narrativos y estéticos del crítico con los resultantes del análisis del filme. El análisis es un trabajo previo que proporciona la base para la crítica, pero es una actividad fundamentalmente distinta. El análisis utiliza el instrumental conceptual y metodológico que suministra la teoría y a su vez, con sus resultados, permite el cambio y el perfeccionamiento de la teoría, pero ésta es, también, otra materia” (p. 97)
Consideraciones finales:
Podemos darnos cuenta que existen discordancias entre los diferentes autores, y este hecho se amplía en la medida que la muestra es mayor. Sin embargo, no tiene discusión que mientras en la crítica cinematográfica predomina el juicio y la subjetividad, en el análisis fílmico existe un rigor metodológico.
Si asumimos las premisas planteadas por Roffé, entonces la conclusión será que en Venezuela no hay críticos. Ninguno (y nos incluimos con toda sinceridad) realizamos críticas a partir de un minucioso método de análisis fílmico. Si así lo fuera, la calidad de las críticas de nuestros periódicos, blogs y revistas digitales tuvieran un sello diferente.
Por otro lado, si nos apegamos sólo a las características de los críticos de la generación de los 80 y 90, entonces estamos en presencia de una crítica que asoma un simple desglose de los elementos del lenguaje cinematográfico, pero no de un método riguroso de análisis fílmico.
Tampoco se aprende a ser crítico tomando talleres o cursos. Es lo más arriesgado. Siempre privará los vicios de los facilitadores. Preferible tener nuestros propios vicios.
En definitiva, pisar el terreno del análisis fílmico y la crítica cinematográfica no es cuestión sencilla pero cuenta mucho, además de ver películas, leer textos adecuados, y, sobre todo, “evolucionar” porque, indiscutiblemente, el cine “evoluciona”.
REFERENCIAS
*Bloom, H. (1995). El canon occidental. La escuela y los libros de todas las épocas. Barcelona: Edit. Anagrama.
*Gómez, F. (sf). El análisis del texto fílmico. p 3. Extraído el 15 de agosto de 2009 en: http://bocc.ubi.pt/pag/tarin-francisco-el-analisis-del-texto-filmico.pdf
*Roffé, A. (1993). Una aproximación al análisis fílmico, pp 95-129. En: Pensar en Cine. Caracas: Conac.
*Rojas, Mario (2005). Introducción al análisis retórico del texto fílmico. Revista de Comunicación y Nuevas Tecnologías, 5, pp 1-15. Extraído el 15 de agosto de 2009 en: http://dialnet.uniroja.es/servlet/artículo?codigo=1317762
*Sánchez, J. (2002). Historia del Cine. Teoría y géneros cinematográficos, fotografía y televisión. Madrid: Alianza Editorial. Extraído el 15 de agosto de 2009 en: http://www.ciefp-torrelavega.org/cineconvi.htm.
*Zumalde, I. (2007). De qué hablamos cuando hablamos de análisis fílmico. Revista Pausa,5, pp. 4-6. Extraído el 15 de agosto de 2009 en: http://www.revistapausa.com/pdf/n5/dequehablamoscuandohablamosdeanalisisfilmico.pdf
*Zunzunegui, S. (2007). Acerca del análisis fílmico: el estado de las cosas. Revista científica de comunicación y educación, 29, pp 51-58. Extraído el 15 de agosto de 2009 en: http://redalyc.uaemex.mex/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=15802910
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