Cultura

El camino entre dos nadas

La procesión de las ánimas se encaminaba hacia ningún lugar, en busca de algo que desconocían, bajo la esperanza de conseguir algo con lo que nunca habían soñado, pero el camino, el camino era lo importante, todo lo demás carecía de interés.

Porque de la nada venimos y hacia la nada nos dirigimos, sólo importa el tiempo que transcurre en nuestro caminar, de una nada a la otra, un conjunto de nadas que nos gobierna y nos agria el carácter a medida que nos acercamos a la segunda y nos alejamos de la primera.

Una nada nos lanza al camino, la otra nos arrebata nuestra capacidad de caminar, una nos ilusiona, otra nos atemoriza, pero en el fondo son lo mismo, dos caras de una misma moneda, la moneda de la vida, por un lado nada, y por el otro, también nada.

Ignoramos a la nada como si nada nos pudiera hacer, pero en cuanto nos aproximamos a ella, a la segunda, comenzamos a respetarla como si siempre nos hubiera importado, pero no, no fue así, ella lo sabe y nos la tiene jurada.

Vengativa y cruel, nunca hace prisioneros, ya hace mucho que la nada inició una guerra contra los caminantes a los que antes lanza a caminar, en una incoherencia vital que nos abruma día a día.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.