Son cosas diferentes para cada uno:
Un silencio, unas lágrimas, un abrazo,
el cansancio del viajero y también la soledad.
El desierto es la paz de cada persona,
el momento de buscar a ese yo perdido
en nuestra vida diaria.
La inmensidad del desierto se alza ante nosotros,
granos de arena insignificantes en sí solos,
pero que forman algo colosal unidos.
José Luis Dacal
Periodista