Cultura

El documental en Venezuela y América Latina visto por Paranaguá

» La Universidad Central de Venezuela me ha invitado a dar un curso de Postgrado sobre el documental de América Latina. Un tema sobre el que he trabajado bastante en los últimos años. He presentado documentales de los años sesenta hasta los 13731_171888829028_839399028_2780852_8364373_naños más recientes, tratando de ver en países como Cuba, Brasil y Argentina el tipo de evoluciones formales y dramatúrgicas que ha experimentado el documental.
Creo que un fenómeno bastante general, aunque siempre, por supuesto, con sus excepciones es lo que yo llamaría una desideologización del documental respecto al documental político militante, comprometido, de los años sesenta y setenta. Hay ahora un nuevo enfoque donde, en particular, la subjetividad de los personaje tiene un papel importante, y además de eso, detrás de cámara la subjetividad del cineasta es también un elemento dramatúrgico nuevo. El cineasta que hace documental no se esconde tras una pretendida objetividad o neutralidad con actitud, digamos, de observación pasiva, sino que es un elemento que desarrolla y provoca la acción, que interactúa con esos personajes. En esto ha acertado la dramaturgia del documental en comparación de la dramaturgia del cine de ficción… Ha dado mayor complejidad a la narración… creo que aporta algo nuevo para el cine de América Latina sin por ello dejar de interesarse en tener una sensibilidad hacia todo lo que ocurre en el entorno social, político económico, artístico. Hay una apertura humana… es un cine, digamos, de cara humana y no un documental del pasado donde los personajes… eran representantes de categorías sociales pero no tenían verdadera autonomía.
Creo que la historia del documental tiene una ruptura fundamental que es el surgimiento del sonido sincrónico. En los años sesenta se produce un cambio tecnológico y dramatúrgico, surge un cine documental que puede abrirse al otro, que puede… entrevistar gente y no, simplemente, explayar cosas a través de la voz en off. Esa especie de comentario autoritario, esa voz de Dios que le dice al espectador cómo son las verdades verdaderas, una especie de discurso autoritario que viene incluso del noticiero y, ahora creo, que se está pasando por una nueva revolución tecnológica… creo que la digitalización ofrece un acceso mayor al documental… y es más, no tiene los costos de antes cuando se filmaba todo con película. Y al mismo tiempo eso conlleva un riesgo de que la facilidad técnica se traduzca en facilidad o pereza desde el punto de vista formal
Yo recuerdo que una vez en una clase para la cinemateca francesa dijeron que para hacer cine hacía falta tres cosas: Money, Money y Money. Yo diría que para hacer documental hace falta tres cosas: libertad, libertad y libertad, no solamente de expresión sino libertad en lo formal, libertad de experimentar. Ahora el documental tiene necesariamente que desarrollarse como una alternativa al gran flujo de imágenes que nos da la televisión y sus canales abiertos, como llaman a los canales de cable… hay que probar otro tipo de lenguaje, otra forma de expresión, llevar a inventar un lenguaje más complejo que no tome al espectador como un personaje distraído o medio bobo que no entiende las complejidades de la vida, sino realmente hablarle a su inteligencia, hablarle como ser capaz de entender aspectos más sutiles y complicados de nuestra realidad.
El documental vive una gran contradicción. Por un lado, se contrapone a la forma dominante audiovisual contemporánea, que es la televisión, y por otra parte, necesita de la televisión… como canal de financiación, la necesita como ventana de ficción. Es una contradicción porque las formas de producción, los tiempos de producción, las formas de expresión, están totalmente alejados. Sin embargo, tiene que haber una especie de matrimonio. No será el amor loco o una gran pasión pero tiene que haber algún acomodo para que el documental pueda existir y convivir con la televisión. Es un desafío y una contradicción. Yo creo que es uno de los desafíos de hoy. El documental no tiene mucho alcance comercial, no va a enriquecer a nadie, y por lo tanto cada película que se hace es una victoria en cuanto a su pervivencia. Yo creo que es un reto
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Transcripción de las palabras de Paulo Antonio Paranaguá en el Programa «Espacio Arte». Vale Tv.
7 de noviembre de 2009.

Foto tomada del grupo facebook: Cursos de Ampliación en Cine, Coordinación de Estudios de Postgrado FHE-UCV.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.