Científicos estadounidenses han descubierto que cuando se gana o se pierde, no son solo pequeñas regiones del cerebro las encargadas de procesar la respuesta neuronal que se crea, sino que la corteza cerebral en su conjunto ‘se preocupa’ de procesar las señales. Esto podría aclarar enigmas en los diagnósticos de ciertos trastornos psiquiátricos y mejorar sus tratamientos.
Las señales que se generan en el cerebro cuando una persona obtiene una recompensa positiva (cuando tiene éxito) o un castigo (cuando fracasa), no se procesan específicamente en una zona restringida de la corteza cerebral. Las conexiones neuronales en estos casos se extienden por casi todas las regiones del cerebro. A esta conclusión han llegado científicos de la Universidad de Yale (EE UU) cuyo trabajo aparece publicado en la última edición de la revista Neuron.
Los hallazgos pueden servir “para el diagnóstico y el tratamiento de diversos trastornos psiquiátricos, como el abuso de sustancias, o ser útiles en cuadros obsesivo-compulsivos que influyen en la capacidad de utilizar las recompensas para cambiar nuestros comportamientos de manera flexible” explica a SINC Timothy Vickery, del Departamento de Psicología de la Universidad de Yale y autor principal del estudio.
Esto lleva a los autores a pensar que “todo el cerebro ‘se preocupa’ por el éxito y el fracaso, por ganar y perder, porque estos acontecimientos son realmente importantes para el aprendizaje en todos los ámbitos”. Es decir, que todo el cerebro está involucrado en procesar las señales que se generan a partir de los resultados de las decisiones, “por ejemplo, para ajustar procesos de percepción y movimiento”, afirma Vickery.
La creencia general se basa en que el cerebro, cuando obtiene una ‘recompensa’ o un ‘castigo’ tras tomar una decisión, usa solo zonas muy concretas y reducidas de la corteza. “Los resultados mostraron que las señales neuronales que aparecen tras obtener una recompensa se extendían por todo el cerebro.” declara Vickery. “Estas señales aparecieron incluso en algunas zonas que creíamos que tenían poco o nada que ver con las recompensas” apuntan los autores.
Para recoger los datos de los experimentos, los expertos utilizaron un método similar al que se usa para enseñar a los robots a que reconozcan objetos. Con este tipo de técnica, que recientemente se ha empezado a utilizar con escáneres cerebrales y se denomina ‘análisis de patrones multivoxel’, examinaron los patrones de actividad cerebral y trataron de determinar cuáles señalan una victoria o una derrota.
Durante la investigación se realizaron dos experimentos, con 19 y 24 personas respectivamente, escogidas en las universidades de Yale y New Haven. El estudio consistió en observar la respuesta cerebral de cada sujeto mientras practicaban juegos muy simples (como el de piedra, papel o tijera).
“Las pruebas realizadas eran muy sencillas para garantizar que los resultados fuesen lo más claros posible”, explica Vickery.
Los individuos sometidos a las pruebas, de entre 19 y 37, años permanecían una hora y media conectados a un escáner cerebral funcional (fMRI por sus siglas en ingles), tiempo durante el cual se recopilaban los datos.
Referencia Bibliográfica:
Timothy J. Vickery, Marvin M. Chun, Daeyeol Lee. “Ubiquity and Specificity of Reinforcement Signals throughout the Human Br”; Neuron 72, 166–177, October 6, 2011.
SINC