Primeras declaraciones del director iraní Jafar Panahi después de su encarcelamiento
El director de cine iraní Jafar Panahi fue puesto en libertad hace unos días de la prisión de Evin, en Teheran. Allí inició una huelga de hambre para protestar por su injusta encarcelación y el trato abusivo que recibió.
A principios de marzo, Jafar se encontraba rodando una película en su casa, cuando fue detenido junto a su familia, equipo de rodaje y amigos. Fue acusado de ser sospechoso de cometer “ofensas y delitos sin especificar”.
Acordémonos que el director independiente iraní había respaldado al dirigente opositor Mir Hosein Musaví en las elecciones presidenciales del año pasado y que su visión crítica de la sociedad iraní ya le había llevado antes a tener algunos problemas con el régimen autoritario.
El canal franco-alemán Arte emitió el pasado miércoles la primera entrevista de Jafar Panahi, después de su puesta en libertad bajo fianza. La entrevista fue realizada el pasado 28 de Mayo en su casa de Teheran, la misma en donde fue detenido.
En la entrevista relata su dantesca experiencia en la cárcel y agradece todo el soporte recibido de sus compatriotas, amigos y de sus colegas de oficio que le apoyaron incondicionalmente. Tambien mostró su agradecimiento por el apoyo del Festival de Cannes y el seguimiento que este hizo de su situación.
Jafar explica en la entrevista como las autoridades le registraron a él y a sus compañeros durante más de una hora sin saber, tan siquiera, el motivo de ello. En uno de los interrogatorios le preguntaron por el título de la película que estaba rodando. El director iraní se mostro sorprendido por la pregunta y contestó que le dejaran primero terminarla y que después se encargaría de ponerle un titulo. Sus encarceladores se referian, en realidad, a otra película que presuntamente Jafar estaría rodando en su celda. “Ellos pensaban que a pesar de los registros habiamos introducido camaras o aparatos de grabación”, relataba Jafar con voz afectada. “ Al negarlo todo, amenazaron a mi familia y la situación se volvió mucho peor. Cuando me di cuenta que esa situación nos pondria a mí y a mi familia en peligro, decidi iniciar una huelga de hambre”
Cuando Jafar salió de la prisión entendió de donde podían provenir esas falsas informaciones. Y es que, el realizador comentó a sus compañeros de celda que todo aquello era como un guión cinematográfico, refiriéndose al trato que le dieron, y a las amenazas que sufrió en la prisión.
“En cierta manera termina aquí la pelicula de mi vida “ dijo a sus compañeros de celda. Esta conversacion fue probablemente interceptada y aquellos que realizaron la escucha, pensaron que el director había conseguido ocultar una cámara y que en efecto, estaba rodando una película en la prisión.
“ Los registros, los interrogatorios y la presión fueron los frutos de la fantasia de mis encarceladores y de su miedo ante una película” , explicaba Jafar, “Ahora que he salido de la carcel pienso en todo ello. A veces, tengo la impresion que ya es un delito solo el hecho de pensar en rodar una película y que solo por eso, una persona puede ser castigada e incluso acabar en prisión. Aquel que sueña con una película, parece cometer un delito que puede ser castigado con la carcel. Parece que el mero hecho de hablar sobre cine ya sea un delito .Una cosa es segura, no puedo dejar de trabajar. Siempre pienso en realizar películas, no puedo dejar tampoco de soñar con ellas. Vivo cuando realizo mis peliculas . Ahora solo puedo hacer películas en mi cabeza, en mis pensamientos. Veremos que sucederá conmigo.
Exáctamente con esa incertidumbre se termina la entrevista y el último plano muestra a un Jasaf Panahi con mirada interrogante. No sabemos, ciertamente, que pasará en un futuro con este realizador independiente, pero si ha quedado de manera clara como un régimen autoritario puede temer a la crítica y al libre pensamiento, casi hasta llegar un extremo paranoico.