Cultura

El nombre de la rosa: un libro en el escenario

Escenarios, 39

Ha llegado al Teatro Principal de Zaragoza la primera versión dramatizada de la mítica novela de Umberto Eco, mítica ya aunque su publicación no sea tan antigua: 1980. Han pasado casi diez años desde que se fraguó el proyecto, que quedó varado por la falta de consentimiento del autor. Ahora se ha puesto sobre el escenario mediante una coproducción en la que participan entidades culturales y administrativas de varias autonomías: La Rioja, Navarra y el País Vasco fundamentalmente, además del INAEM.

Bajo la dirección de Garbi Losada, la adaptación que José Antonio Vitoria y ella misma han realizado es muy solvente y respetuosa con el texto original.

El  NOMBRE DE LA ROSAEn el imaginario de los espectadores permanece el recuerdo de la versión cinematográfica que seis años después, en 1986, realizó Jean-Jacques Annaud, con Sean Connery en el papel estelar. La crítica especializada estuvo entonces muy dividida respecto a la idoneidad de la película, aunque fue ampliamente aplaudida y respaldada por el público. Pero la personalidad artística del actor irlandés sigue gravitando inevitablemente sobre cualquier otra versión. Es el caso del protagonista de esta obra teatral, Juan Fernández, cuya interpretación parece un tanto endeble si se la compara con la de Connery, aunque el contexto sea distinto. Algo parecido ocurre con el personaje Adso de Melk, el novicio de Guillermo de Baskerville, que defiende Juan José Ballesta. Hacen un buen papel sobre el escenario, pero la sombra de Connery y Slater sigue siendo muy alargada.

El resto del elenco, cuya predominante perspectiva coral diluye en cierto modo las personalidades individuales, está perfectamente ajustado a la representación. Particularmente brillantes resultan los papeles de Cipri Lodosa, como Jorge de Burgos, Koldo Losada, como Salvatore, y Javier Merino como Berengario.

El montaje es muy consistente, con un espacio escénico movible en forma de libro que se desplazaba oportunamente para crear los diferentes ambientes. Bien integrada la música original de Javier Asín, lo mismo que los diseños del vestuario, la iluminación y los audiovisuales.

El espectáculo en su conjunto traduce con acierto la densidad conceptual de la novela de Eco, desarrolla bien la intriga y enaltece el papel del libro como soporte cultural indispensable para la humanidad.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.