Recurro a la página web Wikipedia que resume asà esta leyenda: La expresión nudo gordiano procede de una leyenda según la cual un campesino de Gordión (actual Anatolia) llamado Gordias llevaba sus bueyes atados al yugocon unas cuerdas anudadas de modo tan complicado que era imposible desatarlas. Éste hombre cumplió un augurio que promulgaba el hecho de que el futuro rey de Frigia vendrÃa por la Puerta del Este acompañado de un cuervo que se posarÃa en su carro. Según las tradiciones, quien consiguiera desatar el nudo gordiano podrÃa conquistar Oriente. Cuando Alejandro Magno (356–323 a. C.) se dirigÃa a conquistar el Imperio Persa, en el 333 a.C., tras cruzar el Helesponto, conquistó Frigia, donde se enfrentó al reto de desatar el nudo. Solucionó el problema cortando el nudo con su espada. Esa noche hubo una tormenta de rayos, simbolizando, según Alejandro, que Zeuz estaba de acuerdo con la solución, y dijo: «es lo mismo cortarlo que desatarlo». Efectivamente, Alejandro conquistó Oriente. AsÃ, en español se utiliza la expresión «complicado como un nudo gordiano» para referirse a una situación o hecho de difÃcil solución o desenlace, en especial cuando esta situación sólo admite soluciones creativas o propias del pensamiento lateral. También en español, «nudo gordiano» se suele utilizar para referirse a la esencia de una cuestión, de por sà de difÃcil comprensión, de tal manera que, desatando el nudo, es decir, descubriendo la esencia del problema, podremos revelar todas sus implicaciones.
Si la aplicamos a muchas situaciones que se dan hoy en el mundo, en nuestro paÃs.  Lo del nudo gordiano es pura realidad, de leyenda nada. Y en base a lo que observo, me voy a aventurar de una manera osada a enumerar algunos de los nudos gordianos presentes de nuestro mundo, en nuestro paÃs, en mi comunidad canaria. Para empezar y a la cabeza está, el sistema judicial español. No hay por donde cogerlo ni por donde empezar a desenredarlo. Y tengo la sensación de que hay gente empeñada en hacer más nudos y enredar mas la cosa. Me refiero a la gente a la que eso de cambiar, progresar, abrir nuevos caminos, lanzar nuevas ideas, descubrir lo oculto, denunciar lo corrupto les pone nerviosos, casi violentos. Bueno, sin casi. Es la gente que se siente a gusto con el olor a humedad, a rancio y a vetusto. El entramado es tal que los listos de siempre se escabullen como serpientes y para colmo cuando hay alguien dispuesto a desenredar algún nudo, lo atan con la misma cuerda. Más lÃo. Otro “gordianoâ€, parodiando a una empanada, es la confusión que está fluyendo con la aparición de fantasmas del pasado que ya creÃamos desaparecidos si no por completo, casi. Y es que coincido plenamente con muchos que piensan que la dictadura que hubo en este paÃs sigue teniendo raÃces. Joder, vaya que sÃ. Hay mucho hijo, sobrino, nieto, familiar o conocido que ha mamado la esencia y la idea de aquello y que está metido de lleno en la polÃtica y en muchos sectores de nuestra sociedad. Están reflotando y resurgiendo de sus cenizas. Cogidos de la mano van (no podÃa ser de otra forma) con la superempresa ICAR, que ha demostrado desde que nació aquella estrella mediática, llamada Wojtyla y continuada por su satélite Ratzinger, un retroceso en el tiempo y en el espacio, convirtiendo el mensaje de Jesús de Nazaret en algo secundario y desconocido para la humanidad. Ese mensaje liberador, de paz, de concordia, de justicia, de esperanza para los más desfavorecidos de la tierra lo han sustituido de manera descarada e impune por sus leyes, sus condenas, su derecho canónico, sus infalibilidades, sus dogmas, dándole alas a los más poderosos. Menos mal que siempre ha habido, hay y habrá gente hereje, “malvadaâ€, contestataria y revolucionaria para seguir haciéndolo realidad. El otro dÃa escribÃa diciendo que es hora de definirse: o quedarse quietos e inmóviles y hacer la vista gorda, dejando las cosas como están y ocultando delitos o abrir ventanas para que corran aires nuevos y limpios y sacudir las telarañas, Ser como Gordias, haciendo mas nudos o como Alejandro, cortándolos porque desatarlos, lo que se dice desatarlos, me da la sensación de que es misión imposible.