Si la reseña de tan envolvente novela como resulta ser Los muertos, se limitara a comentar la exposición del principio de la historia: cuando un cuerpo sin nombre -luego se llamarÃa El Nuevo-, se encuentra tirado en el suelo junto a un charco en un callejón sin salida y seminconciente, y, se le acercan tres cabezas rapadas con todas sus maldades, serÃa cuestión de rutina.
Pero lo complicado comienza, cuando, mientras unos golpean sin piedad, aunque con placer, otro filma con una videocámara la brutal paliza, golpes con palos de béisbol. Para terminar con: “bueno pues si, uno másâ€.
Todo esto sucede en las estribaciones de Manhattan, donde continuarán llegando cuerpos abandonados con los que se repite las escena. Constante aparición de personajes, todos ellos sin identidad, pues soportan una pérdida de memoria provocada con un objeto extraño. AsÃ, la historia se va convirtiendo en un misterioso y enigmático trailer. De aquÃ, que la reseña no resulte tan fácil
Porque todo parece una copia desformada en estilo narrativo bastante complejo por la multiplicidad de secuencias que simultáneamente se producen, hasta el extremo de crear una cierta desorientación en el lector, que se ve obligado a meterse dentro de la historia, Necesidad que se enreda, aunque al mismo tiempo, va despertando una inquietante curiosidad a la que se suma el sobrecogimiento de los sucesos. Todo un análisis crÃtico sobre la serie televisiva americana Los muertos, aquella que tanto apasionó a millones de telespectadores.
Porque el objetivo de la narración es mostrar todo el escarnio social por medio de una “literatura arriesgada†y provocativa, radical. Un verdadero laberinto  premeditado puesto en acción desde la misma cúspide del poder norteamericano con sus gobernantes a la cabeza y naturalmente, faltarÃa más, la participación de la mafia y la CIA. Por lo que los fenómenos sociales y los intereses polÃticos quedan reflejados con  desnuda crudeza, producto cultural de la ficción que va convirtiendo la madeja en un angustioso ovillo.
Como señala Miguel Peinado “En su esfuerzo de innovación, Carrión ha logrado una novela que podrÃa dar de comer a todo un departamento de teorÃa de la literatura. Existen, sin embargo, ciertos problemas técnicos†Un contenido capaz de poner carne de gallina al más templado lector por medio de su discurrir narrativo que muestra esa sociedad que vive bajo la continua amenaza de exterminio desde los propios poderes establecidos, donde palabras como ética y humanismo no existen, pues han sido eliminadas por ellos mismos, auque se utilicen en momentos claves para razonamientos de Estado. Un Estado poderoso y maquiavélico también  para la  propia destrucción de ellos mismos.
En resumen, peculiar y desafiante narración no solamente cara al lector sólido, pues  igualmente se abre para el adicto internauta de los juegos, como una luz de apoyo que  puede serle útil para entender con más claridad y orientación el mundo donde se desenvuelve. Son las  dos caras del universo digital. Lo bueno y lo malo de una nueva era. Esa, donde todos somos vigilados desde los más recónditos ángulos. Literatura dentro de la propia literatura. Ficción convertida en realidad incitante. Propia para a volver a leer el mundo de Orwell.