EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
En esta vida hay momentos u ocasiones en las que cuando quieres opinar o comentar sobre alguna cuestión te ves obligado a hacerlo con una cierta frivolidad o ironía.
Se están dando casos entre los antiabortistas que en ocasiones llegan al ridículo, a tal ridículo que te hace llegar a pensar si en realidad están en contra del aborto o por el contrario son individuos a los que aquello que dicen defender no les merece el más mínimo respeto.
Resulta que Camps, ha decidido hacer la contra ley del aborto y ha decretado que pueden pedir ayudas a la vivienda todas aquellas, digo todas porque pienso que se referirá a las mujeres y de rebote a la pareja, mujeres que tengan los óvulos fecundados porque Camps considera que un óvulo fecundado es un “miembro adicional de la familia”. O sea Camps se declara más papista que el Papa. El siguiente paso de Camps será darle la denominación de “familia potencial” al óvulo y al espermatozoide por separado.
En mi opinión esto es rizar el rizo y ponerle un poco de “chispa” al asunto lo que de algún modo te lleva al comentario o a la opinión frívola o irónica. Puestos en esta disyuntiva, ya que caso contrario habría que adjetivar muy peyorativamente a los que hacen este tipo de propuestas, habría que decir si esto alcanza a la fecundación in vitro y a las madres de alquiler, que quiérase o no las hay en nuestro país, así como a las parejas que lo intentan, la fecundación del óvulo, una y otra vez y no lo consiguen. Llegado a este punto habría que sopesar si los “intentos fallidos” se subvencionan o no. Esto de la ayuda a la vivienda a través de la subvención al óvulo fecundado, nos puede llevar a pensar si cuando se fecunda ese óvulo se está planteando desde el deseo de tener un hijo o desde el deseo de conseguir una ayuda para la vivienda. De esto podríamos poner muchos ejemplos sobre la explotación aquí en España, en los malos tiempos pasados, de muchos hijos de vecino. Si alguien me pide una explicación sobre esto último con mucho gusto se la daré.
Ya más en tono más serio y teniendo en cuenta que lo que hay que hacer por las personas es mejorar su calidad de vida, habría que decir, mejor dicho exigir a Camps, que si de verdad le importa la vida de las personas, su calidad de vida, lo primero que debe hacer es escolarizar en colegios de “verdad”, decentes y dignos a esos más de 20.000 niños y niñas valencianos/as que están escolarizados en barracones, que se arbitren subvenciones a la familia para que los estudios de los hijos no dañen tan gravemente a las economías familiares, becas para estudio, para comedor, para transporte, para libros y material escolar, aunque todo esto debería ser gratuito ya. Dirán que todo esto existe, es cierto, pero existe de forma testimonial. Todo lo anteriormente señalado es básico pero quiero destacar que es fundamental también para que esa calidad de vida sea efectiva al máximo es crear las condiciones precisas para que los padres pueden compatibilizar la vida familiar con su vida laboral, para que la familia pueda funcionar y que los padres tengan ocasión de ir conociendo a sus hijos y estos a sus padres.
A lo mejor esto de traer hijos al mundo sin que los gobernantes creen las condiciones necesarias para que se les pueda criar dignamente es lo que pretende Camps. Es muy posible que se haya fijado en el modelo de crianza de los niños en el Tercer Mundo.
Pido disculpas y no quisiera que se me malinterpretara por emplear en algunos pasajes de este escrito un tono un tanto frívolo e irónico. Como antes he dicho a veces es necesario y conveniente manifestarse así.