Lo del periódico El Mundo para con «las víctimas del terrorismo» es un permanente despropósito y una demostración palpable de su diferente vara política de medir según qué tipo de terrorista haya asesinado o cometido los atentados y según qué tipo de víctimas hayan resultado de los ataques terroristas perpetrados. El periódico El Mundo trata continuamente de establecer la división entre víctimas del terrorismo de primera y víctimas del terrorismo de segunda, cuando no de tercera.
Así, el 15 de enero 2014, un artículo de Opinión sin firma –por lo tanto de la Dirección del periódico– a raíz del abanderamiento de un nuevo partido político por parte de Ortega Lara –que pasó 532 días en un zulo, secuestrado por ETA– le califica como «la víctima de todas las víctimas«.
No seré yo quien vaya a negar el derecho de Ortega Lara a participar políticamente en lo que crea más conveniente, faltaría más. Pero sí viene a cuento recordar a otras víctimas, como Pilar Manjón, la presidenta de la Asociación 11-M Afectados Terrorismo, que además de ser amenazada, insultada y vejada por la conspiranoia mediática y política en su propia condición de madre de una víctima, también tiene que soportar por la misma conspiranoia ofensas y difamaciones por pertenecer al sindicato CC. OO.
No seré yo tampoco quien vaya a cuestionar la condición de víctima de Ortega Lara, pero calificarle de la «víctima de todas las víctimas», además de resultar un peloteo repugnante por parte de El Mundo, me parece una falta de respeto a otras víctimas. Porque si Ortega Lara es «la víctima de todas las víctimas» cuando al día de hoy está vivo y tiene la oportunidad de abanderar una formación política, ¿cómo vamos a calificar a todas y cada una de las víctimas muertas o heridas o mutiladas?, ¿cómo vamos a calificar, por poner un ejemplo, a Laura Vega, que permanece en coma desde los atentados islamistas del 11 de marzo de 2004 y sin ninguna posibilidad para nada, mucho menos para poder abanderar una formación política? Por cierto, un asunto este de Laura Vega por cuyo tratamiento informativo el periódico El Mundo ha sido condenado 11-M: EL PERIÁDICO «EL MUNDO» CONDENADO POR LA AUDIENCIA DE MADRID
Un ejemplo más de esta doble vara de medir por parte de El Mundo, de su alineamiento junto a los que para este periódico son víctimas de primera, se produjo con motivo de la Pascua Militar del 6 de Enero, en la cita anual del Rey Juan Carlos con las Fuerzas Armadas. Al día siguiente, el 07.01.2014, la periodista de El Mundo, Á. Escrivá, escribía: «Los militares son el colectivo con el mayor número de asesinados de ETA. Un 35% de los asesinados por la banda, hasta 306 personas, fueron militares«.
Ya he manifestado en más de una ocasión que no quiero hacer matemáticas con el terrorismo, pero frases como estas me obligan a ello. Sobre todo porque días después la también periodista de El Mundo Victoria Prego se refería a 829 cadáveres, y el 35% de 829 no son 306. Pero más allá de sumas y porcentajes lo que A. Escrivá hizo fue ningunear el 11-M, olvidar que en los trenes del 11-M también viajaban soldados. No voy a entrar en la cantidad que fueron asesinados ni en su graduación. Con que fuera sólo uno y ese uno fuese un simple soldado es suficiente para recordarle si es que uno quiere recordar de verdad a los militares en la Pascua Militar y no servirse de ella para seguir perpetuando la división de las víctimas en diferentes clases y hacer política torticera con el terrorismo.