El velociraptor y 53 historias más. Pedro Carrasco Garijo. Ilustraciones Jesús Oliván Palacios. Serial Ediciones.
El libro que me ocupa hoy es una colección de cincuenta y cuatro nanorrelatos acompañados, todos y cada uno, por una ilustración de Jesús Oliván Palacios, que encajan estupendamente con el conjunto por la rapidez con la que se comprende sus mensaje y sus formas rápidas, coloristas, contemporáneas.
El nanorrelato es una forma de literatura que se ha empezado a cultivar de forma reciente, al menos con ese nombre, ya que su bautismo no tiene mucho pasado, aunque sí mucha historia dado el debate (a mi gusto bizantino) sobre la forma más adecuada de nombrarlo, entre microcuento, microrrelato, nanorrelato y otras varias maneras.
Su contemporaneidad no es extraña y se explicaría, fácilmente, por el ritmo acelerado en el que vivimos en el mundo occidental de nuestros días.
La lectura breve, el texto breve, están a pie de calle desde los breves mensajes y noticias de Twitter, Tuenti y Facebook, hasta las contenidas en los diarios gratuitos que se han repartido los últimos años en las entradas de los metros aunque la crisis haya acabado con algunos de ellos. La rapidez y la inmediatez nos han apresado y los autores han querido y sabido estar al quite y adaptarse a estas nuevas formas de comunicación con el lector.
El nanorrelato, sin embargo, es una fórmula complicada pues, sin exceder de un número reducido de frases, acaso dos párrafos como máximo, y en general nunca más de media página, debe ser capaz de contener los elementos necesarios para producir ese milagro de la comunicación con el lector al tiempo que se incluye una historia completa o al menos el esqueleto suficiente de esa historia para que el lector pueda adivinar o crear lo que falta en tan efímera construcción.
Por otra parte si un relato debe ganarse por KO pues no hay suficiente espacio para que se gane «por puntos» como la novela, el nanorrelato implica un doble reto pues debe ser un triunfo TOTAL, sin paliativos, debe dejar al lector parado en el sitio si quiere permanecer en su memoria siquiera unos instantes antes de que su atención sea absorbida por cualquier otro motivo, o por el siguiente nanorrelato.
Las historias de Pedro Carrasco tienen varios elementos que le identifican. La mayoría de ellos contienen numerosos elementos de la cotidianeidad que nos rodea por lo que podríamos perfectamente reflejados en algunos de ellos: mujeres obsesionadas con su peso y su figura, mujeres que han sufrido un asalto en la calle, jueces que dudan de su criterio, padres que sólo pueden ver a sus hijos determinados días, ancianos a los que aún les gusta jugar, hombres que esperan apagar las velas de su cumpleaños con un deseo en mente… Por otro lado hay cierta ironía sobrevolando el conjunto, lo que dota a algunas historias de una cierta dureza descorazonadora, y otras de una provocación a la sonrisa, aunque predomine lo primero. Hay, también una notable preocupación social y ansia de justicia que se manifiesta en tomar como protagonistas a víctimas de un robo en la calle, o a ancianos en una residencia o a gentes que, separadas de nosotros por dos horas de avión viven todas las desventajas del tercer mundo, como niñas cuyo primer trabajo consiste en rebuscar entre la basura. Jesús Carrasco intenta mover nuestras conciencias y a veces lo consigue pues su dolor o queja por este mundo parece hacerle protagonista de su último relato, el que da título al conjunto, huyendo a una isla desierta, como un náufrago que lo olvida todo salvo la propia supervivencia.
Una apuesta personal y directa que hará pensar al lector sobre las mil oportunidades que le da cada día y las muchas trampas en las que la sociedad que nos rodea nos puede hacer caer.
«El velociraptor y 53 historias más» será presentado en la librería La Marabunta este miércoles 19 de junio a las 19:30 (Calle Torrecilla del Leal 32, Lavapiés) y contará con la presencia del autor y el ilustrador así como de este humilde crítico y escritor que tendrá el placer de presentarlo.