Cultura

En el Estanque Dorado: dos colosos en escena

Escenarios, 22

Novela, pieza de teatro, película… todo surge del Estanque Dorado, ese lugar emblemático, paradigma de la continuidad emocional que respalda la vida de una pareja provecta, enfrentada a los últimos retos de la vida: envejecer con dignidad y, si es posible, con humor y con honor. Los Thayer, esa pareja de ancianos enamorados que doblan la última esquina de la existencia, nos avisan de que no hay un minuto que perder, de que no hay nada que no tenga su sentido.

EN EL ESTANQUE DORADOEn el Estanque Dorado’, de Ernest Thompson, en versión de Emilio Hernández, se está representando en el Teatro Principal de  Zaragoza durante el mes de octubre, coincidiendo con las fiestas del Pilar. La obra gravita en torno a dos colosos del escenario: Lola Herrera y Héctor Alterio. Ellos son el eje de la trama, representando a la pareja madura, y cuentan con la colaboración notable de Luz Valdenebro, en el papel de hija, de Camilo Rodríguez, como su reciente novio dentista, y de Mariano Estudillo, como el hijo adolescente del último.

El señor Thayer es un anciano bromista, gruñón y cascarrabias que siente angustia ante la pérdida de su vigor y de sus facultades, mientras que su esposa es una mujer llena de energía y optimismo. La relación entre ellos se desarrolla con ternura, en medio de la complicidad y la dependencia mutua de dos personas que han convivido armoniosamente durante casi medio siglo. Ella comprende los temores de su esposo y los sobrelleva con humor, y él todavía la mira con la misma adoración de los primeros tiempos. Como todos los años, van a pasar sus vacaciones a ‘El Estanque Dorado’, un lugar paradisíaco en medio de la naturaleza agreste.
Aquel retorno resucita en el hombre el miedo a sus debilidades y a la vulnerabilidad de la vejez, temática de la primera parte de la pieza; él es el hombre más encantador de la tierra, pero ella es la única que lo sabe. En la segunda parte, sin solución de continuidad, se plantean los problemas intergeneracionales. El protagonista y su única hija, que vive lejos, mantienen desde siempre una relación tensa. Cuando acude a visitar a sus padres, acompañada por su novio y por el hijo de éste, salen a la luz los conflictos que llevan rumiando desde hace mucho tiempo. Por otro lado, el anciano matrimonio no empieza con buen pie con el chico que ha llegado para quedarse un mes en su casa; la perspectiva de estar tanto tiempo en compañía de dos viejos, en un lugar perdido, no le seduce demasiado. Pero el previsto conflicto no acontece sino todo lo contrario: ‘abuelo’ y ‘nieto’ sintonizan de manera sorprendente y se producen un montón de situaciones divertidas. Las vidas de todos van a cambiar y van a aprender muchas cosas unos de otros.

La interpretación de los dos protagonistas es sensacional, más integrada si cabe la de Héctor Alterio. Los secundarios cumplen su papel con soltura, mostrando el joven  Mariano Estudillo una notable versatilidad.

Escenografía, iluminación, ambientación musical y vestuario son muy adecuados. Una obra amable, en la línea de la comedia sentimental, que templa el espíritu y propone una reflexión sobre las diferentes etapas de la vida.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.