Sociopolítica

Enfermos mentales: «Queremos ser felices»

“No estamos locos”

Foto: rocksss

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Se parece a cualquier grupo de amigos que se reúne un viernes o un sábado para visitar exposiciones, hacer excursiones, pasear por la ciudad, comer algo juntos o tomar un helado. Hay que mirar muy de cerca para darse cuenta de que el grupo lo componen personas con una enfermedad mental, sobre todo esquizofrenia, y voluntarios sociales, gente “normal” se acerca todas las semanas a organizaciones sociales para hacer algo por los demás. Se informan de los programas y se forman para la actividad que realizan. Además de salir los viernes o los sábados con sus “nuevos amigos”, le cuentan a la sociedad una realidad que han conocido y contribuyen así a romper prejuicios que generan exclusión.

“Locos”. “Son agresivos y violentos”. “No pueden trabajar, son discapacitados”. “Viven encerrados”. Estos prejuicios se interponen en el desarrollo de una vida social plena, lo que desemboca en aislamiento y perjudica la autoestima de las personas con enfermedad mental, su calidad de vida y las posibilidades de desarrollar su potencial.

Hay que combatir ese desconocimiento a nivel personal y desde las instituciones. Creo que si no se empieza por ahí, nunca habrá una integración adecuada de los enfermos, ni el apoyo adecuado a sus familiares, ni se destinarán las ayudas adecuadas, ni los trabajadores tendrán el soporte correcto”, dice Patricia Luego Vázquez, voluntaria de los programas de salud mental que la organización Solidarios para el Desarrollo puso en marcha en España hace 15 años.

Diversas organizaciones coinciden en su lucha por romper los tópicos que reduce a las personas con enfermedad mental en seres amenazadores o “inútiles”. Con el lema “queremos ser felices”, la Federación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES) ha lanzado una campaña centrada en el derecho de estas personas a buscar la felicidad.

A veces los prejuicios sociales son más dañinos que la propia enfermedad mental. Por eso, tan importante como recibir una atención adecuada es que la sociedad conozca y comprenda los problemas de salud mental”, sostiene José María Sánchez Monge, presidente de FEAFES.

Un componente para que cualquier persona pueda buscar su felicidad está en los espacios sociales que necesita para su estabilidad y su bienestar emocional. Organizaciones como Solidarios generan esos espacios con voluntarios que salen al encuentro de personas excluidas y que ejercen una de las más gratificantes formas de participación ciudadana.

Los recursos públicos de atención especializada informan a los pacientes de las actividades de ocio y tiempo libre de estas organizaciones y los deriva a la organización cuando muestran interés. Sus padres y familiares juegan un papel fundamental a la hora de apoyarlos en la búsqueda de actividades donde puedan desenvolverse con mayor libertad y no se sientan juzgados. A veces hay que luchar contra una sobreprotección asfixiante de las mismas familias para poder acceder a esos espacios y relacionarse con gente fuera de su entorno.

Estas iniciativas socioculturales no tienen fines terapéuticos cuantitativos, sino sociales y de autonomía personal. Como redes informales y participativas, mejoran la calidad de vida y el grado de integración, además de generar un espacio de participación donde los integrantes eligen sus actividades cada semana.  Esto genera una red social cercana y estable para personas que, de otra forma, estarían más expuestos a la soledad, al aislamiento, a la depresión y a la exclusión social.

Una de cada cuatro personas en el mundo sufrirá una enfermedad mental a lo largo de su vida, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los expertos denuncian un aumento en los casos, sobre todo los relacionados con la depresión y la ansiedad.  En España hay cerca de un millón de personas con un problema grave de salud mental, según FEAFES. La lucha por acabar con el estigma y con prejuicios por medio de la denuncia y de actividades sociales constituye un primer paso en la lucha contra la exclusión de tantas personas. Hay muchas más de las que imaginan las mentes “cuerdas”, “racionales”, habitadas por ángeles que en cualquier momento pueden caer y dar paso a los demonios. Desarrollemos las redes adecuadas para que, cuando eso suceda, cualquiera de pueda levantarse.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.