Hace ya algunos meses que tuve el privilegio de recibir una petición de la profesora y escritora Ana Herrera: la redacción del prólogo de su segundo libro con aprobación para ser publicado. Acepté el honor y el encargo y para ello leí con detenimiento y cariño sus relatos (sobre mujeres, tal y como ya señalaba el título Una mujer, una historia). Además tras ese nombre, que parece señalar con contundencia que cada vida femenina tiene su historia, se contenía una pluralidad de narraciones y sobre todo una rica forma poliédrica de abordarlas, en prosa, en verso, en una prosa muy poética, con formatos más elegantes o de manera más cercana y contemporánea. Hoy, cuando el libro ha visto ya la luz, y he dejado mi testimonio sobre la exigente y profunda experiencia de prologar (http://guillermoarroniz.blogs.generacion.net/una-mujer-una-historia-la-experiencia-de-ser-prologuista-un-viaje-de-alforjas-literarias) tengo el placer de entrevistarla para saber un par de secretos que sólo una autora puede revelar.
– El Librepensador: Ana, la lista de mujeres que has elegido, y dejando de lado a Jane Austen, y ahora -gracias a Amenábar Hipatia- no es precisamente la de las más famosas. Cómo ha sido el proceso de selección de estas mujeres.
– Ana Herrera: Mucho antes del estreno de la película yo había encontrado a Hipatia preparando una clase sobre la biblioteca de Alejandría para la biblioteca escolar, y la injusticia de su vida me llevó a escribir bastante sobre ella. Más tarde empecé un ciclo de conferencias sobre mujeres para asociaciones feministas y culturales, participé en simposios y congresos de la Asociación de Estudios Históricos sobre la Mujer de la Universidad de Málaga y colaboré en el espacio La Firma de la Cadena Ser Costa Del Sol contando historias de mujeres. Así que poco a poco me fui adentrando en este curioso mundo de la mujer, descubriendo situaciones y circunstancias que me parecieron discriminatorias y situaciones apasionantes que me animaron a escribir sobre estas mujeres unidas por unas vidas sorprendentes en lo profesional y en lo personal, la capacidad de amar, de sufrir, de luchar, su amor por la literatura…
– El: Cuéntale a los lectores de www.ellibrepensador.com cómo fue la forma más extraña en la que una de esas protagonistas «salió a tu encuentro» y tuviste que ponerte a escribir su/tu historia sobre ella.
– AHB: A casi todas ellas las encontré investigando, buscándolas yo a ellas por los motivos que he expuesto antes, lo cual no disminuyó mi interés por conocerlas más a fondo ni mi sorpresa al encontrarme con los avatares de sus vidas. Pero quizás lo más curioso fue encontrar a la primera, a Hipatia, de esa manera tan casual, preparando una clase para mis alumnos, y poder descubrir que nadie nunca me había hablado de ella. Tampoco nunca en la facultad había estudiado a las poetisas arábigo andaluzas y sí a los poetas que fueron sus amantes. Es el caso de WallÁ¤da, cuya historia y poesía me atrapó de inmediato, y que vino a mí por la “Colección de Poesía WallÁ¤da” de las escritoras malagueñas de Alas. Sobre las dos escribí poemas, relatos cortos y, por último, sus biografías noveladas para “Una mujer, una historia” a las que se fueron sumando poco a poco las de otras mujeres impresionantes.
El: El título de la obra, así como el hecho de que los cuentos estén protagonizados tanto por mujeres que han dejado huella en la Historia (más o menos profunda pero huella rastreable) como por mujeres anónimas y contemporáneas, parece querer indicar que piensas que cada mujer tiene una historia, pero además de lo obvio, que es una historia digna de ser contada. ¿Me equivoco?
-AHB: No. Todas sus historias me impresionaron tanto que me parecieron dignas de ser contadas, y además en todas ellas hay unos elementos comunes: la capacidad de trabajo, lucha y sufrimiento, la pasión amorosa, un espíritu sensible y bondadoso, la dedicación a la literatura o al estudio, la capacidad de compartir y ser solidaria, la rectitud moral…Mujeres que son un ejemplo para la humanidad.
– El: Además hay un tributo en tu obra a la mujer y a la poetisa del Al-Andalus: WallÁ¤da, Zayda, Rakuniyya. ¿Es un homenaje a tu tierra?
– AHB: Sí. Yo adoro mi tierra y su historia, así como su espíritu emprendedor. La historias singulares de las mujeres de la bética romana, o las que supieron captar el refinamiento del califato Omeya o de los reinos de Taifas andalusís sobreponiéndose a las guerras y a las contradicciones de su época, son dignas de admiración. Pero también amo la interculturalidad, por eso no faltan en mis páginas las mujeres de cualquier época o lugar.
– El: ¿Te consideras feminista de la igualdad, feminista de la diferencia o sencillamente defensora de la mujer y de su valía? ¿Qué crees que tus relatos aportan al feminismo?
– AHB: Creo que la base del feminismo es la igualdad. Por supuesto, sacar a relucir la valía de mi sexo es algo que me llena de orgullo. Todas las mujeres retratadas en mis relatos han luchado por la igualdad desde una posición u otra, todas ha reivindicado el acceso a la educación para ser iguales al hombre – “El honor de la educación”, decía Christine de Pisan-, todas han reivindicado el acceso a un espacio público igual al del varón y la necesidad de tener una independencia económica, a través del trabajo, para ser más libres y conservar su dignidad.
– El: ¿Y qué aportan a la Literatura? ¿Qué es lo que singulariza la escritura de Ana Herrera?
– AHB: Lo que aporto a la literatura lo tendría que decir la crítica. Yo aún me considero una escritora en formación. Quizás la novedad sea el tratamiento en el que estas historias han llegado hasta los lectores. Estamos acostumbrados a leerlas en grandes ensayos de escritoras y escritores famosos. Ahora en “Una mujer, una historia” estas biografías femeninas se convierten en ensayos novelados donde la realidad se mezcla con la ficción y la creatividad literaria asume un papel importante en la introducción de personajes nuevos, recreación de ambientes, lugares, diálogos…La creatividad y mi amor por la poesía hacen que mi prosa se vuelva claramente poética en los fragmentos más descriptivos y quizás por mi labor de profesora creo que presenta también importantes rasgos de claridad, transparencia, didactismo, sonoridad -fruto del talante andaluz- y yo diría también que con una fuerte inclinación al erotismo. Como tú mismo has dicho, llena de lirismo, con una tendencia evidente a la elegía.
– El: ¿Qué autores de relatos te han influido más? ¿A quién crees que tus lectores pueden reconocer en las lecturas trascendentales de Ana Herrera que han dejado huella en Una mujer, una historia?
– AHB: Me gusta leer novela histórica y relatos históricos y está claro que estos textos siempre dejan una huella en tu obra. Además de la novela histórica de Magdalena Lasala, que me encanta, mi mayor influencia proviene de ensayos tan importantes como los de Clara Obligado, Ángeles Caso, Teresa Garulo y Rosa Montero, y otros como los de Stephan Zweig, autor que tiene un estilo peculiar y maravilloso de narrar muy cercano al relato. No me olvido de otras publicaciones de autoras universitarias contemporáneas que he conocido a través del Instituto Andaluz de la Mujer.
– El: Una pregunta muy personal (que en realidad son dos): ¿qué función básica tiene para ti un prólogo y cuáles son las características que ha de reunir como escritor el buen prologuista?
– AHB: El prólogo es la puerta de entrada a la obra. El prologuista es el escritor, el crítico, el observador, el filósofo, la persona inteligente y sensible que es capaz de penetrar en el alma del artista, apoderarse de su esencia, transformarla en palabras y transportarla hasta el corazón del lector para encenderlo de pasión.
– El: Dama de la hermosura y la nobleza, / cierra los párpados, benévola, / ante las líneas que trazó de mi cálamo, / y míralas con ojos de cariño, / sin prestar atención a los defectos / del contenido y la letra, se puede leer, en uno de los cuentos. En realidad citas varios poemas originales de diversas épocas, y tú también haces tus pinitos líricos. ¿Qué papel juega la poesía en esta obra tuya?
– AHB: Me encanta ilustrar mis relatos con palabras y versos originales de las autoras retratadas. Eso les aporta más fuerza, más verosimilitud o credibilidad, una mayor elegancia poética. Para mí resulta mucho más difícil encajar el texto adecuado en el lugar adecuado, pero tras el esfuerzo, termino consiguiéndolo. Ni que decir hay que me gusta mucho la poesía, que me encanta recitar, memorizar los poemas, leer en voz alta, y adornar la prosa y la lectura con la poesía. En la obras sólo aparecen cuatro poemas míos dedicados a estas primeras mujeres que encontré y a las que quise dedicarles unos versos sinceros. Pero, aunque a veces escribo algún poema, mi camino es la prosa, y la prosa poética.
– El: Por otra parte el protagonismo de la mujer que escribe, y que deja huella de su historia y de sus sentimientos también es una de las características que podrían decirse comunes a una parte importante de los cuentos contenidos en este libro. ¿Has querido sacar del olvido a autoras que el patriarcado dominante ha tenido en un segundo plano? ¿Es la Literatura escrita por mujeres un mundo por descubrir todavía realmente o es ya casi un tópico sobre el que se trabaja porque produce efecto mediático?
– AHB: No creo que sea un tópico de efecto mediático, de hecho habrá también mucha gente que no preste atención a esta literatura precisamente por estar escrita por mujeres y por tanto infravalorada, como pasa todavía con la labor de la mujer en muchos sectores de la vida pública. Creo que la mujer se abre camino con muchísimas más dificultades que el hombre, seguimos estando menos valoradas y por ello luchamos cada día, y por ello, tú lo has dicho, es un mundo donde queda mucho por descubrir, y no me remito a contenidos de mujeres, sino a cualquier tema. Es cierto que las protagonistas de mis relatos, al ser escritoras, dejan huella de su historia y de sus sentimientos. Para mí la escritura ha sido uno de los pilares de mi vida y todo lo relacionado con ella atrae mi interés de manera inmediata. Así lo hicieron estas mujeres que entregaron sus vidas a la escritura o buscaron consuelo y felicidad en los libros, y estoy segura de que por eso me he entendido mejor con ellas. También es cierto que es un objetivo urgentísimo sacarlas del olvido al que las sometió la historia escrita por hombres. Y, por último, no puedo acabar esta entrevista sin darte las gracias por todo tu cariño: gracias Guillermo, y gracias por haber puesto todas tus cualidades de buen prologuista y de buen escritor al servicio de “Una mujer, una historia”.
