Cultura

Entrevista a Ana Herrera Barba. Una escritora en blanco femenino.

No hay muchas personas dispuestas a escuchar las historias ajenas. Pero escucharlas y transmitirlas es, sin duda, el gran don de Ana Herrera, la autora del libro Mi mundo sin fronteras, que reseñábamos hace unas semanas. Su buena voluntad despertaba muchas preguntas. Su sencillez, incluso ciertas sospechas. Es hora de que las levante o las disperse por completo.

Ellibrepensador: Tu libro podría verse como una suma de historias de mujeres que lo han pasado mal dirigidas a…

Ana Herrera Barba: He conocido a muchas mujeres que me han contado sus historias para que escribiera sobre ellas; otras de las historias que aquí se cuentan son de dominio público. Indiscutiblemente muchas mujeres se van a ver reflejadas en estas páginas, pero también muchos hombres, porque mis personajes femeninos casi siempre aparecen rodeados de hombres, que a su vez se van a reconocer en la obra. Por otra parte, los jóvenes van a encontrar valores como el amor, la solidaridad, la admiración y el respeto mutuo en cualquier tipo de relación humana, no sólo a nivel de pareja, sino también en las relaciones familiares y entre amigos, y por supuesto con gente que pertenece a otras culturas.

El: ¿Por qué elegir al pueblo saharaui entre los desfavorecidos?

AHB: Hablar del pueblo saharaui surge del contacto con los niños y niñas de acogida que durante el verano conviven con muchas familias españolas y empiezan a formar parte de nuestras vidas. Así Sheia es una niña de acogida que conocí durante el mes de Agosto en casa de unos vecinos del pueblo. Ella, que nunca me había visto por allí, me preguntó que yo quién era, y así comenzamos una relación que acabó en esta historia. Yo diría que el tema del Sahara es el sufrimiento de cualquier refugiado en cualquier lugar del mundo.

El: En tu libro se pueden contraponer dos partes, la que la protagonista pasa en España, en un barrio pobre de su ciudad, en busca de material para su novela, y aquella que pasa dando ayuda al pueblo saharaui refugiado. ¿Por qué esas contraposiciones? ¿Qué buscabas con esta estructura tan marcada?

AHB: Cuando pensé en Natalie, una escritora joven que se traslada a un barrio marginal para escribir su novela, no tenía un fin preconcebido para esta historia, Por ello, decidí trasladar a la protagonista a los campamentos de refugiados tras escuchar la historia de Sheia. Como dice Manu, el protagonista masculino: «Cambiarán los lugares, el color de la piel, pero podrás seguir indagando en la condición humana y en la superación del dolor». Y como dice la prologuista: «La sima que separa el mundo pobre del mundo rico tiene su lugar de encuentro en los grupos oprimidos, asediados por la exclusión y la pobreza».

El: Mi mundo sin fronteras parece expresar un deseo íntimo de la protagonista, sobre todo teniendo en cuenta su última decisión… ¿qué parte de Ana Herrera hay en Natalie.

AHB: Yo sólo soy la autora, no la protagonista de mis relatos, pero quizás sea Natalie uno de los personajes con los que más me identifico. Esa Natalie de «Días de barrio» que se entrega a los demás, que ama a su familia, a sus amigos, a sus alumnos, que se desvive por ellos. En la vida hay que elegir un camino; la otra Natalie de África saharaui, la que está dispuesta a partir para Latinoamérica, es la que no me hubiera importado ser.

El: La novela nos cuenta como una mujer joven decide dejar su barrio más o menos acomodado para vivir en un vecindario desfavorecido y buscar trabajo en un bar en busca de una experiencia personal que le dé material para un libro… y de repente se ve envuelta en el amor, un viaje a África… todo surge de la forma más espontánea y Natalie lo toma con una naturalidad que asusta. ¿Crees que sólo así es posible enfrentarse a la vida?

AHB: La vida es así. Hay situaciones o circunstancias que surgen de manera espontánea, sin que podamos hacer nada por evitarlas, y otras que son producto de nuestra lucha diaria, sobre todo las que se dirigen a alcanzar nuestros sueños y que previamente nacen en nuestra mente. Cuando somos jóvenes lo afrontamos todo con demasiada prisa, con impaciencia, queremos meter el mundo en un bolsillo, A medida que maduramos, aprendemos a vivir con menos dramatismo y con más naturalidad; es también una manera de ser más felices.

El: El libro se acompaña de una guía de lectura para adolescentes. ¿Cómo han acogido ellos la obra?

AHB: El libro tiene aún una vida muy corta. Las noticias que tengo de los adolescentes que están leyendo la obra en los Institutos de Secundaria y Bachillerato son sumamente positivas. La mayoría de las actividades requieren una investigación individual del alumnado, que va a incrementar su acervo cultural y va a desarrollar sus capacidades críticas. Dialogar en clase sobre circunstancias que existen en nuestros centros, como la interculturalidad o la coeducación, o en nuestro mundo, como son las injusticias sociales, o simplemente analizar situaciones que son inherentes a su edad y a su estado, como es la manera de afrontar la vida, los estudios o la profesionalidad, les brinda un amplio campo de debate que ellos acogen con una gran motivación. Recoger anécdotas o testimonios orales de la gente de su entorno, es algo que siempre hacen gustosos. Por último, el final abierto de la novela les da la oportunidad de hacer un buen ejercicio de redacción, reflexión y creatividad para aquellos que se sientan más artistas.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.