El joven autor y arquitecto uruguayo nos dedica unos minutos para hablar de su primera, extensa e intensa novela: Los ojos que miran. Esperamos que sus palabras no sean tan desasosegantes como los párrafos de su obra.
Ellibrepensador: Primera novela, editorial de lujo, encuadernación de lujo, seiscientas páginas… ¿qué has dejado para un segundo asalto al mundo literario?
Esteban Bentancour: La verdad es que me siento muy afortunado por haber podido publicar mi primera novela en una editorial como Planeta. Tengo en perspectiva varios “asaltos” más al mundo literario, aunque con temáticas bastante distintas a la de “Los ojos que miran”. Actualmente, me encuentro trabajando en mi segunda novela.
El: ¿Por qué una historia apocalíptica? ¿No crees que el público está un poco saturado de este mensaje? Hay que tener mucho valor para incidir en temas que no son agradables de escuchar…
EB: La perspectiva apocalíptica ha preocupado a los seres humanos desde el principio de la humanidad. Siempre ha formado parte de nuestro “inconsciente colectivo”. Es cierto que el hilo argumental de la novela se basa en una tragedia a escala global y que es necesario (para que la historia funcione) que la amenaza expuesta sea creíble y científicamente viable, pero la historia apocalíptica, en todo caso, es la excusa para hablar de temas universales, como: hasta qué punto somos libres, cuán subjetiva es la mirada de quien observa, o cuán frágil es la estructura social en la que vivimos.
El: En la nota final aclaras que ha habido cinco versiones de la obra, teniendo en cuenta tu edad, ¿podrías confesarnos cuándo comenzaste a escribirla?
EB: Comencé a escribir la novela hace 8 años, cuando tenía 25. He de aclarar que no estuve todos ese tiempo trabajando de lleno en ella, y que incluso la dejé “dormir” durante casi dos años. Fue bastante difícil compatibilizar mis estudios de Arquitectura y mi trabajo con la escritura. De hecho, casi la mitad de la novela la escribí ya viviendo en Madrid.
El: El mundo en peligro. De hecho, cuanto más avanza el hombre tecnológicamente, más en peligro parece estar la tierra. ¿Es eso lo que has querido decir?
EB: En la novela podríamos decir que existen dos niveles de lectura. El primero, el de la trama del thriller, pretende ser un rompecabezas que al final del libro se explique completamente. Pero el segundo, el de las posibilidades filosóficas de los temas tratados busca explícitamente quedar abierto, plantear interrogantes más que definir posturas. En ese sentido, lo que me acabas de exponer es una de las posibles interpretaciones de la novela, pero no la única.
El: Por cierto, confiesas que te han ayudado con el tema médico en la redacción de la obra y ciertos puntos sobre la propagación y naturaleza de las enfermedades, pero también demuestras un conocimiento sobre el mundo informático, los programas, los virus, los antivirus… ¿qué hace un arquitecto navegando por mundos tan dispares?
EB: El mundo de la informática también me gusta y he tenido la suerte de contar con asesoramiento de informáticos que han aclarado algunas dudas y que me han permitido adentrarme ese mundo también fascinante.
El: ¿Qué has sentido al ver tu libro en las librerías?
EB: Me ha emocionado. Saber que el trabajo de tantos años va a poder ser leído y espero que disfrutado por muchas personas es la culminación de un sueño.
El: ¿Es mi impresión o hay nostalgia uruguaya y marítima en tu obra? ¿Qué es lo que más extrañas de tu país o tu ciudad?
EB: Los uruguayos somos conocidos como personas nostálgicas y esa seña de identidad creo que ha quedado presente en la novela. En cuanto a lo que más extraño de Montevideo es, obviamente, a todos los familiares y amigos que he dejado allá.
El: Una pregunta clásica. Ahora que has conseguido publicar, ¿qué consejo les darías a todos aquellos que intentan colocar su primera obra en las editoriales?
EB: Me da mucho reparo dar consejos sobre algo así, porque al fin y al cabo es mi primera novela y de veras que no me considero un experto en absoluto. Lo que les puedo decir es que he intentado tener mucha paciencia y, a la hora de presentar la novela ante los editores, enfatizar los puntos más originales de la misma .