Eres diferente. Diferente de las otras. Que la ola de ternura que desprende tu rostro te hace diferente. Eres como una luz que se aparece al filo mismo de la última lágrima. Eres un remolino de mil sones y mil danzas. Eres la aurora de todos los tiempos, que te lanza a un campo abierto y alimenta tu cuerpo con el maná de su resplandor. Vuelves a ser la luz que te explosiona en los sentidos y te catapulta hasta los cielos.
Eres diferente. Diferente de las otras. Eres un alivio constante. El aire marinero que entra todas las mañanas por mi ventana y destierra al silencio. Eres azul, gaviota y maga. Eres el soplo que se me cuela sigiloso en mi puerto desolado. Eres la seda transparente que envuelve mi ánimo.
Eres diferente, diferente a todas.