Las doce de la noche y el día se divide en dos mitades,
una es la del día de ayer, que has compartido conmigo,
la otra es la de mañana y futuro que no sabremos que será de nosotros,
descansaría en una nube contigo, imaginarnos felices es lo mismo.
Llenas de paz y bondad a este corazón de alto voltaje, lleno de intensidad,
susúrrame los acordes para descifrar tu sinceridad,
decirme si darías todo o nada, nada o todo, te puedo ver en la distancia,
cuando el emblema de tu cuerpo narra tus dudas más preguntadas.
Necesito ese escape de aliento que nos haga y me haga escapar de todo,
prémiame por abrir tu corazón y por asaltar tu castillo acorralado,
si subo a buscar a la princesa que espera atada a la inmensidad,
si miras abajo, te espera el abismo de lo mejor, de lo siempre soñado.
©Roberto Zarco.