DOS CABALGAN JUNTOS. Francisco Basallote yEdgar Borges
Juntos, coincidentes poeta y prosista, aunque no revueltos, bajaron a Sevilla a presentar en la Feria del Libro 2012 de la patria chica de Cernuda y Chaves Nogales, las dos obras de la que son autores: Borges como prosista de vanguardia y periodista ampliamente comprometido con la ficción y la realidad en una sociedad cada días más alienada, mostró sus criterio, desafío y polémica con su obra “El hombre no mediático que leía a Peter Handke” todo un proceso literario en emullición. Basallote, poeta con más de un veintena de premios de poesía y crítico de calidad poseído de honda y la seriedad como gran conocedor de la poesía que se hizo y se hace en Andalucía, sacando del inmerecido olvido el papel jugado en la lírica andaluza del ya desaparecido poeta de Arcos Julio Mariscal, con el rico ensayo “Julio Mariscal y la revista Platero”, aquella gloria del Sur gracias al arte e ingenio de Fernando Quiñones. Tan apreciado por José Luis Borges.
El beneficio mercantilista no puede ser
el único que guíe la edición de los libros
Y con este bagaje de palabras y versos descabalgaron en El Apeadero del ilustre Ayuntamiento de Sevilla considerado una de las obras cumbres del estilo plateresco, cuya construcción comenzó en el siglo XV, a cargo de Diego de Riaño, realizado en piedra en los terrenos colindantes con el Convento de San Francisco hoy desaparecido. Este Apeadero al que se accede desde la Plaza San Francisco y también, si se arriba desde la Plaza Nueva, pasando por del Arquillo. Y quede claro que esta introducción no es para escribir sobre el esplendor de una ciudad hoy en ignorante decadencia y mediocridad premeditada, por parte de sus regidores, sino mostrar que lo del ayer no está reñido con el presente, ni la apuesta editorial de Ediciones en huída, que por cierto, solo pretende huir nada más que de la banalidad y lo imitativo. Asunto que tanto viene aprisionando y desvirtuando la cultura en nuestro país.
Así lo exponen sus dos editores Martín Lucía y Pedro Luis Ibañez Lérida apostando por “una labor satisfactoria y necesaria. Afirmación que se nutre del convencimiento de que la cultura es un patrimonio singular y que significarnos como ideario y fehaciente compromiso” Porque, lógicamente: “El beneficio mercantilista no puede ser el único que guíe la edición de los libros” Repetir en machadiano estilo “se hace camino al andar” no es un tópico, sino calma para no tropezar en tan comprometido camino. Tanpoco es perder el tiempo, tal como está el escaparate leer el Juan de Mairena.
Allí los dos creadores en El Apeadero hilando de manera serena los planteamientos de las dos obras y lograr provocar un interesante diálogo que motivó una buena participación, sobre la necesidad histórica que ha tenido el hombre de buscar la ficción. Basallote hizo referencias a los propios orígenes del ser humano y su necesidad de ficción. Por parte de Borges mostrar realidad existente entre esta y la ficción, pues a los largo de la historia sólo han existido formas de realidad según los intereses del poder. No obstante, cada realidad que se fabrica es otra ficción. Y cada individuo es dueño de su propio espacio de ficción.
Un encuentro no para multitudes, operación mediática o jolgorio de versos y prosa. Fueron dos reivindicaciones justas. Una la recuperación, el hablar y escribir con transparencia y justicia sobre un poeta de la calidad de Julio Mariscal expuesta por Basallote. Otra, tomando la cita del poeta Paul Celán “la verdad está en el detalle”. Edgar Borges, convencido y comprometido, abordar y analizar las causas, convencido que nos encontramos amenazados por todas partes, y, no solamente por las provocadas guerras bélicas tradicionales, sino por una guerra más sutil, pero no menos cruel. Toda una buena presentación.