Homenaje musical de alto calado al icono de tantas y tantas generaciones que hoy ha sido convertido en mito hasta el fin de los tiempos. A través de sus canciones más emblemáticas, el show hace un repaso a su talento musical y hurga en la fibra sensible del espectador al recordarnos que Michael Jackson siempre estará vivo a través de su música.
El elenco de cantantes es, simplemente, espectacular. La calidad vocal de todos los artistas y su cercanía a la tonalidad de Jackson es sorprendente, destacando la labor de Mampuele, de un parecido global al cantante increíble. Fran Jackson, por su parte, se limita a imitar, de manera sobresaliente, eso sí, los bailes que alzaron a la fama a Michael Jackson.
La puesta en escena es cuidada y elegante, con un par de momentos sorprendentes que no voy a desvelar aquí, y los músicos (con lucimiento de guitarra y bajo) se adecuan al nivel global de la obra, en la que brillan con luz propia los bailarines, destacando, sobre todo, Vito Bambú, pura elasticidad.
Se echa de menos, sin embargo, una historia que soporte y enhebre las canciones. Su falta provoca cierta falta de interés para los poco iniciados en la música de Michael Jackson y puede llevar a cierta desatención sobre el escenario, que redunda en una pérdida de valor de lo ofertado.
Es más un concierto homenaje a la figura emblemática de Michael Jackson que un musical. Los presentadores, una encantadora Carolina Serrato y un fantástico Samuel Gómez Martínez, intentan levantar la historia, pero su guión es pobre y en demasiados momentos no funciona.
En definitiva, un espectáculo indispensable para los amantes de la música de Michael Jackson, interesante para los seguidores de la música en general, pero prescindible para los que busquen un musical al estilo habitual.
Forever King of Pop puede verse en el C.A.E.M. de Salamanca hasta el domingo 17 de octubre (más información en Salamanca es Música)
