Escribo este artículo, cuando (se dice que) este moderno sátrapa, está atrincherado en su capital y allí ha concentrado todos sus hombres y armas; y está dispuesto a morir matando, sin escrúpulo alguno; pues no teme ni a Alá.
Me escribe una lectora, sorprendiéndose del radical cambio de los gobiernos occidentales sobre este ya consumado criminal (que al parecer tiene historia larga, sobre el quitarse de en medio a todo aquel que le ha estorbado) y el que antes, se ha sentado en la mesa de “todos los grandes” y donde le han llevado todos los manjares mejores del mundo… y le han permitido que viva “en su palacio/jaima”, como le ha dado la gana y con toda su corte alrededor, como si estuviese en uno de los oasis de sus desiertos.
Más o menos, le digo que la “asquerosa política es así”; el dinero lo mueve todo y por dinero, se hace todo… la dignidad, la democracia, los derechos humanos, la libertad de los pueblos… “todo eso ya me produce náuseas y sonrisa muy amarga, puesto que es la gran hipocresía mundial y en la que todos los que ladran en los grandes foros, practican; consintiendo todo lo que ocurrió, ocurre y ocurrirá”… el dinero es lo que importa y el resto se barniza con el barniz que sea menester… o sea la mentira, en todas sus escalas.
Muchos de los que hoy le atacan (por cuanto y por lo que sea, quieren cambiar el régimen para seguir controlado lo que allí hay de valor (petróleo y gas)… ¿cuánto dinero habrán obtenido del antes «adorado Gadafi»… cuánto tendrán en paraísos fiscales y libres de control e impuestos, procedente de “las manos del musulmán”?… la política es algo tan sucio, tan sucio… que habría que crear una palabra especial para definir tanta podredumbre, mentira, servidumbre y total falta de dignidad.
MUSULMANES: No creo que se imponga nunca la ley del Corán (o de Mahoma) puesto que es convertir al ser humano en un pelele, donde todo lo tiene escrito en un libro, que fue escrito hace ya casi CATORCE SIGLOS y que seguro que si hoy, hubiese un nuevo Mahoma, el tal libro sería muy diferente. Por tanto esa religión (como en su tiempo la cristiana y que igualmente, aún necesita renovarse y actualizarse mucho más) necesita renovaciones y actualizaciones a los tiempos que corren; si no es así, las guerras y los exterminios, entre ellos mismos (puesto que noten que sus muchos muertos y en inmensa mayoría, son debidos a luchas entre sectas, o facciones diferentes) seguirán por cuanto siguen anquilosados en barbaridades ya inexplicables.
Viajaba por el interior de Marruecos hace ya bastantes años y en vida del anterior sultán marroquí y viendo unas escuelas de niños pequeños, fui preguntando al guía con habilidad para saber la formación de aquellos escolares, el que dijo (entre tantas cosas) que, los primeros años de escuela, sólo se les enseña tanto a los niños como a las niñas; la lectura del Corán, el que han de memorizar, antes de pasar a otras materias. No olvidemos que el sultán de Marruecos, se considera descendiente de Mahoma y es por tanto, la primera autoridad religiosa del ya enorme país.
Imaginemos a esas criaturas (que en esos tiernos años de la infancia: son esponjas vírgenes) adoctrinados hasta la médula y luego, llevados por los imanes hacia donde ellos decidan; y encontraremos las situaciones que se viven en el mundo islámico; donde todo está previsto en un libro “petrificado”; algo así, como si hoy se siguiese practicando la ley del ojo por ojo o la del código de Hammurabi.
DEMOCRACIA FUERA DEL ISLAM: Es claro que no quieren democracia, ellos saben al igual que nosotros, que esto que nos maneja NO ES DEMOCRACIA; pero si de verdad se lograse instaurar una democracia y donde todos, todos, todos, respondiesen ante unas leyes JUSTAS E INDEPENDIENTES… ¡CLARO QUE ELLOS Y NOSOTROS QUERRÁAMOS ESE SISTEMA! Lo que hoy les ofrece occidente, no lo queremos ni los occidentales; puesto que es ya “un guiso demasiado podrido y que hiede ya insoportablemente”.
Por todo ello hay que ir difundiendo ideas y tratar de mejorarnos nosotros, puesto que la mejora ha de empezar por nosotros mismos. La religión fuera de la política y allí, que cada cual adore al dios que mejor le plazca. Pero (ojo) hay que eliminar a… “tanto dios laico, como se lo tiene creído y despojarlo de tantos absurdos privilegios, precisamente por que ha sido parido por una mujer al igual que nosotros”.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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