por Roberto Carlos Miras
¿Qué diría Platón o Aristóteles a esta sociedad actual? – Le pregunto a Mónica Cavallé. “Nos estamos olvidando lo que era el lema de la filosofía antigua, ‘Conócete a ti mismo’ Entra a fondo en tu interioridad y conoce tu verdadero ser. Reflexiona, piensa por ti mismo, ten capacidad crítica, ten ideas propias, ten una mirada crítica y profunda sobre la realidad. No te quedes en la superficie de las cosas. Bueno todo aquello que ha propuesto siempre la filosofía. Y sí es cierto, hoy tendrían mucho que decir, aunque cada vez vemos a más personas inquietas que se están volcando en este conocimiento.
P- ¿Tenemos la impresión?
R- Parece que el sistema y el entorno no invita precisamente a este contacto consigo mismo. A que miremos hacia dentro, a serenarnos. Tenemos que pensar que a todos nos mueve una dinámica muy diferente.
P- Eres presidenta para el Asesoramiento filosófico. ¿En que consiste?
R- Como te comentaba antes de iniciar la entrevista. Es una asociación que se llama, (Asepraf) Asociación Española para la Práctica y el Asesoramiento filosófico. Sí alguna persona está interesada tiene una pagina, www.asepraf.org, Tenemos como puedes ver bastantes objetivos, realizamos cursos, seminarios y actividades; trabajamos con personas mayores y formamos a Licenciados en Filosofía que quieren ejercer como asesores filosóficos.
P- ¿Tú lo estas haciendo actualmente?
R- ¡Así es! Es un trabajo que yo realizo en la consulta. En la asociación, pasan personas que se forman para dedicarse a esta nueva salida profesional. Hasta ahora el filosofo se dedicaba como sabes de forma exclusiva a la enseñanza. He sido hasta hace muy poquito presidenta y ahora me han nombrado presidenta honorífica de esta sociedad.
Las personas escuchan hablar de filosofía y piensan en algo que está muy lejos de
sus inquietudes cotidianas. El interés de Mónica Cavallé y la filosofía ya viene de lejos. Es doctora en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, Especialista en Filosofía Oriental, Primer Premio de Terminación de Estudios Universitarios y Master en Ciencias de la Religión y autora de varios libros, La Sabiduría Recobrada (Editorial Oberón) y la Filosofía Maestra de Vida (Editorial Aguilar) y un último libro, “La Sabiduría de la No-Dualidad” en editorial Kairos.
P- ¿Cuál es el motivo por el cual has escrito estos libros?
R- Realice estudios de filosofía y me doctoré, di un tiempo clases en la Universidad, pero digamos que en ese tiempo en que recorrí el mundo universitario, percibí que había una dimensión que yo echaba en falta y es la de la filosofía entendida no simplemente como objeto de estudio, ni de una forma erudita; sino la filosofía como lo que fue inicialmente para los filósofos de la antigÁ¼edad, un modo de vida.
P- ¿Una actividad relacionada con…?
R- Con nuestros problemas cotidianos, con un camino de auto conocimiento; en definitiva con una transformación personal. Y de alguna manera, echaba en falta esa dimensión, pues, para mi la filosofía ha sido eso y es eso. Y de ahí el titulo del primer libro, La sabiduría Recobrada. Quería como puedes ver en sus paginas dar a conocer esa tradición, esa filosofía entendida como sabiduría, como arte de vivir que de alguna manera estaba un poco olvidada en los ambientes universitarios y no digamos fuera de ellos en la sociedad.
P- Ahora están de moda los libros de autoayuda y aunque tu libro no tiene ningún parecido. ¿Da la impresión de que sigues un poco ese mismo camino?
R- Para mi estas obras han sido fruto de una trayectoria personal que quería compartir y dar a conocer. Cuando te hablo de filosofía lo estoy haciendo de algo que para mi ha sido y es muy iluminador en mi vida y creo que lo puede ser para otros. Al terminar mis estudios y escribir este libro, conocí un perfil profesional que había surgido en Alemania y es la figura del filósofo asesor.
P- Cuando una persona tiene un problema, suelen decir: “vete al psicólogo” tu lo planteas como verse a uno mismo, ¿da la impresión de que son cosas muy similares?
R- ¡Sí y no, me explico! Formo parte de un movimiento que es conocido a nivel internacional y que en España está creciendo bastante. Precisamente de filósofos que queremos que la filosofía no quede reducida al ambiente universitario y acercarla al individuo y a la sociedad. Una de estas formas, pues son muchas. Es el asesoramiento filosófico.
P- ¿Pero?
R- Es análoga a lo que pueda ser una consulta de psicoterapia en el sentido en que el filosofo se ofrece para dialogar con personas a las que les interesa ese punto de vista que les puede ofrecer y al mismo tiempo verificar dudas existenciales, problemas personales, hasta aquí la similitud con lo que puede ser la psicoterapia.
P- ¿Qué cambia?
R- Una dinámica que tiene lugar en la consulta, difiere de la psicoterapia, por que nosotros partimos del supuesto de que muchos sufrimientos, conflictos que podemos tener en la vida cotidiana, no tienen que responder necesariamente a una problemática psicológica. Sino que con bastante frecuencia lo que hay detrás y es la raíz de esas situaciones, son conflictos de tipo filosófico.
Una persona tiene conceptos limitados sobre quien es ella, falta de claridad sobre cuales son sus verdaderas necesidades, cuales son sus verdaderos valores, falta de claridad con respeto a quien es. ¿Qué es lo que realmente quiere? Son cuestiones de naturaleza filosófica. Lo que tiene lugar en este diálogo que se establece y que se orienta a ayudar a esta persona. Es como digo, un diálogo de tipo filosófico.
P-¿ A donde quieres llegar?
R- No buscamos diagnosticar a la persona, ni buscamos trastornos detrás de la situación que plantea por mucho sufrimiento que origine; sino que intentamos mediante un diálogo ayudar a esa persona a que se comprenda, a que se clarifique, a que se de cuenta de cual es su filosofía personal. Esa que está en la base de las situaciones que está planteando. En una palabra, a que se inicie en ese camino de auto comprensión filosófica. Ahí ya diverge de lo que es una consulta de psicológica.
P- En tu libro, La filosofía maestra de Vida, hablas del caso de Luisa, en donde una mujer se ocupa de todo, menos de si misma y al ocuparse de ella misma, a su marido esto le sorprende… ¿curioso?
R- Estas hablando de la Filosofía Maestra de Vida, en donde quise hacer una pequeña introducción explicando, ¿qué es esto del asesoramiento filosófico? Y luego conté de una forma breve, algunos ejemplos ilustrativos de situaciones que suelen ser recurrentes en la consulta y en este libro, me centre en casos de mujeres.
P- ¿Por algún motivo particular?
R- No. Vienen tantos hombres como mujeres, de hecho probablemente escriba un libro en que me centre en casos masculinos. Tuve que seleccionar varios casos y aproveche esta situación para hacer una reflexión sobre ciertos conflictos que hoy en día son recurrentes en las mujeres y este que me preguntas es bastante frecuente.
P- ¿En este caso concreto, que le pasa a la mujer?
R- Se ha identificado tanto con su rol de esposa, de madre, que de alguna manera no sabe quien es ella; más allá de esos roles. Y estas personas, suelen llegar a una determinada edad, no digamos ya a esa edad en que los hijos empiezan a salir de casa y comienzan a experimentar un profundo vacío, pues entran en contacto con eso que hablábamos anteriormente.
Me he centrado tanto y he vivido tanto para los demás, me he volcado tanto en los otros, me he identificado tanto en sus necesidades, que ya no se, ni quien soy; ni cuales son mis verdaderas necesidades, ni que quiero realmente. He dejado de tener una vida propia. Y esto es una causa frecuente del sentimiento de estas mujeres y ahí podemos decir que no hay ningún conflicto psicológico. Lo que hay que hacer es una reflexión: ¿qué me ha pasado?
P- ¿En el fondo la pregunta?
R- ¿Cuáles son las raíces profundas de esta reflexión? Podemos hacer un trabajo de auto conocimiento, profundizar en el por que de esas actitudes que han llevado a esas personas a llegar a ese punto e invitarlas a tener esa vida propia, a través de la reflexión de recuperar su vida interior, el auto conocimiento, la lectura etc.
P- Siguiendo con este planteamiento, hablábamos con una persona y nos decía: un niño, tiene curiosidad, ganas de aprender. Ahora llegamos a cierta edad y parece como si…
R- Eso es verdad. Muchas personas vienen a la consulta y te dicen: mira, he conseguido todo lo que me propuse, tengo una familia idea, tengo éxito en mi trabajo; tengo un status material importante. A este nivel tengo todo lo que una persona podía desear, y aún así me siento profundamente vacío, ¿qué está pasando? Tiene que ver con la pregunta que tu me estas haciendo.
P- ¿Y?
R- Creo y esto no es sólo una afirmación, sino que muchos sabios lo han sostenido a lo largo de la historia que la alegría y no hablamos de esa alegría superficial, sino esa mucho más profunda que se puede mantener incluso en situaciones más difíciles; tiene que ver con esa conciencia de estar creciendo interiormente. Cuando una persona siente que está creciendo, incluso en medio de situaciones graves, problemáticas, de personas que están conociéndose; que está mejorando. Esa persona no esta sufriendo, su vida tiene sentido.
P- ¿Ahora la edad parece…?
R- Sí. Las metas que tenemos que lograr parece que son fundamentalmente exteriores. Nos embarcamos en un proceso enloquecido para alcanzarlas y de alguna manera ese proceso de crecimiento interno que es básicamente filosófico en un sentido amplio queda completamente relegado y con el tiempo nuestro ser se queja y aparecen esos sufrimientos que son indefinidos. En algún momento de mi vida mi crecimiento interno se ha detenido.
P- ¿Pero, que es lo que fomentamos?
R- Lanzarnos enloquecidamente a la consecución de otro tipo, status, económico, experiencias, pero experiencias externas a mi, hacemos que este problema sea muy frecuente y no hablamos de un problema psicológico, sino de algo estrictamente filosófico.
P- En la pagina 193 de tu libro, dices algo que me recuerda mucho a Ramana Maharshi y su ¿quién soy yo? Somos abogados, periodistas, pero al final siempre sale, ¿quién soy yo?
R- Si, lo que estas diciendo es muy profundo. Los Antiguos en Grecia, decían que la tarea de la Filosofía se resumía en la frase que había al inicio del Templo de Delfos: “Conócete a ti mismo” Cuando hablamos de auto conocimiento están muy de moda como antes decías los libros de autoayuda, de psicologia “yo soy así, yo soy asa” Pero todo eso se queda en la superficie.
P- ¿Entonces el auto conocimiento es…?
R- Cuando la filosofía habla de auto conocimiento es ir más allá de todas las etiquetas que yo me puedo poner. Más allá de mi rol de esposa, más allá de mi rol de madre, de mi dedicación profesional, incluso de mis características psicológicas. Detrás de eso, ¿qué hay? Eso que permanece de forma constante a lo largo de mi vida. Mis estados internos, mis emociones están continuamente cambiando. Pero, ¿quién soy yo?, ¿qué hay más allá de todo eso? Y esa tarea de auto conocimiento ya no es psicológica.
En La Sabiduría Recobrada, podemos leer: el primer día de clase de mis estudios de filosofía una profesor nos dijo esbozando una media sonrisa: “El que haya venido aquí esperando que estos estudios le ayuden a superar sus problemas o mejorar su vida, ya puede ir abandonando esa pretensión” Lo peor de todo es que tenía razón. ¿Qué ha pasado con la filosofía que fue maestra de vida por antonomasia?
P- ¿Qué sucede con la filosofía en la Universidad?
R- Estamos en un mundo que cada vez exige conocimientos especializados y ya no basta con hacer una carrera, tienes que hacer un master, y estamos en una sociedad que reclama sobre todo técnicos y personas con conocimientos muy especializados. El prototipo de esto es Estados Unidos en donde estas especializaciones están mucho más avanzadas, pero luego son el país con menos cultura probablemente del mundo.
P- ¿Nos estamos olvidando?
R- De las humanidades, pues la guía son los resultados pragmáticos y todo lo que es cultivo de uno mismo que no produce una rentabilidad inmediata y visible a nivel social. Forma parte de la responsabilidad de los propios filósofos que no hemos sabido enseñar una filosofía en la que se vea de inmediato una relevancia para la vida y nos hemos centrado en mostrar la historia de la filosofía de una forma muy erudita. Por otra parte pienso que los filósofos tenemos que hacer examen de conciencia y ver por que cada vez se nos considera más inútiles.
P- Leemos textos en un determinado lenguaje y a veces para intelectuales, has escrito un libro con ejemplos de mujeres. ¿Pero no hay que competir?
R- Es muy importante que estos conocimientos sean accesibles, por una razón muy sencilla. Las grandes obras de los filósofos y no digamos los de la antigÁ¼edad son perfectamente accesibles. Cualquier persona puede acceder a ellas, y son precisamente las personas que han sentado las bases del saber filosófico en Occidente, otro tanto pasa con las sabidurías Orientales. La filosofía se ocupa bajo un enfoque radical profundo de todo, ahora paradójicamente se está recurriendo a ese exceso de especialización.
P- ¿Hombres y mujeres?
R- En este libro, La Filosofía Maestra de Vida, cuando iba a hacer la selección, fue la editorial la que me sugirió por que no me centraba en casos femeninos. Hay una proporción en que las personas que compran este libros son mujeres y yo comenté que no que no me gusta establecer esas categorías, mujer-hombre. Pero luego: comentándolo con unas amigas, y viendo que hay una cierta problemática en mujeres que venían a la consulta, me centré en casos de mujeres, pero con cierto pudor, pues no quería que esto se convirtiera en lo que tu me estas diciendo.
P- Dos divisiones: la filosofía occidental y la filosofía oriental. En tus libros te ayudas de la filosofía oriental…
R- Sí. Es otra de esas divisiones que hay que superar. Personalmente y por mi cuenta me fui acercando a las filosofías orientales, me interesaban y me parecía fundamental para considerar la sabiduría en un sentido amplio. Ese es uno de los motivos por los cuales en mis libros recurro tanto a autores orientales como occidentales, me interesaban y me parecía fundamental para considerar la sabiduría en un sentido amplio.
P- ¿Oriente puede enseñar a Occidente?
R- Son muchas cosas, pero una es que la filosofía allí no ha perdido nunca la conexión con la vida, es lazo con el auto conocimiento. De alguna manera y es lo que estamos hablando en Occidente hemos olvidado esa dimensión de sabiduría que si era propia en la filosofía Occidental, sólo hay que ir a la AntigÁ¼edad.
P- ¿Qué nos recuerda Oriente?
R- Que la filosofía tiene que ser ante todo sabiduría y estar conectada con la vida, con la vida cotidiana y con nuestro propio ser, con nuestra transformación personal y en ese sentido como has podido ver en mis trabajos me gusta recurrir a la filosofía oriental y hacer ver que esto también ha estado presente en Occidente.