Especulando que es gerundio.
El pasado septiembre, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), anunciaba en un comunicado de prensa que 925 millones de personas en el mundo sufrÃan hambre. Aunque se ha logrado descender de los 1023 millones contabilizados en 2009, la actual cifra sigue siendo “inaceptablemente altaâ€, según la propia organización. Entre los factores que influyeron para este significante descenso, la FAO destaca el crecimiento económico en algunos paÃses y la reducción en los precios de los alimentos.[i]
Aún asà y a pesar de las buenas noticias, nada está siendo como antes de la crisis alimentaria de 2008. La propia FAO advertÃa en diciembre de 2009 que los alimentos mantenÃan precios elevados. Según una escala que confecciona esta institución, en noviembre de 2009 el Ãndice de precios de los alimentos mantuvo una media de 168 puntos. Este nivel fue un 20% inferior al máximo histórico de junio de 2008, cuando la crisis mundial en los precios estaba en pleno apogeo. Sin embargo, antes de 2007, este valor nunca superó los 120 puntos y durante la mayor parte del tiempo se mantenÃa por debajo de los 100. Estas cifras indican claramente que, en los últimos años, los alimentos han experimentado incrementos espectaculares en sus precios que amenazan la seguridad alimentaria de millones de personas.
La FAO, fiel a los intereses de quienes controlan los recursos agrÃcolas para enriquecerse, enumeró los factores que a su juicio ocasionaron la subida. Por ejemplo, dicha organización justificó que el aumento en 2007 y 2008 fue inducido por las malas cosechas, la reducción de las reservas mundiales de cereales, el alza en los precios del petróleo y el desvÃo de cultivos para alimentar depósitos de coche en detrimento de los estómagos humanos (agrocombustibles). También por las restricciones a la exportación impuesta por algunos paÃses cuando estalló la crisis de los precios, la debilidad del dólar y la especulación en los mercados financieros.[ii]
A finales de 2009, por el contrario, las reservas de cereales se habÃan recuperado, las exportaciones eran más adecuadas y el precio del petróleo habÃa descendido, entonces ¿Por qué seguÃan los precios elevados?
Como muchas organizaciones y muchos expertos han indicado, dos de las causas señaladas por la FAO serÃan el detonante que ha empujado a la humanidad a una etapa de alimentos caros: los agrocombustibles y la inversión en los recursos agrÃcolas.
La organización GRAIN cita que el dinero especulativo en alimentos, creció de los 5.000 millones de dólares en 2000 a los 175.000 en 2007. Numerosas fuentes bibliográficas informan que, inversores y empresas han especulado en la compra de tierras y cosechas ya que dicha actividad genera espectaculares dividendos.[iii]
La FAO es consciente de este fenómeno. En junio reconocÃa la influencia de la especulación en alimentos en la crisis de 2008, pero a la vez indicaba que “…limitar o prohibir los mercados especulativos puede traer más inconvenientes que ventajas».[iv]
En los meses de agosto y septiembre de 2010, en la bolsa de futuros de Chicago (el principal nido de especuladores) el trigo sufrÃa un incremento del precio de un 60-80% respecto al mes de julio. Al parecer, algunos brokers vieron una oportunidad de oro en la prohibición de las exportaciones de trigo en Rusia y la escasez en otros paÃses como Ucrania y Canadá. Las multinacionales alimentarias también reaccionaron ante el temor de la escasez. Por eso realizaron contratos de futuros y acapararon toneladas de trigo.
Los precios, lógicamente subieron y los paÃses de Ãfrica exigieron a la FAO soluciones en la volatilidad de los mismos. El aumento del 30% en el precio del pan, originó en Mozambique disturbios que han dejado a varios muertos.[v] TodavÃa no son más noticia que los exabruptos de Mourinho y las cantinelas de Belén Esteban, pero todo es cuestión de tiempo. El maÃz también se ha incrementado un 40%, el arroz un 7% y esta tendencia alcista, de seguir, podrÃa arrastrar a otros alimentos básicos y materias primas como los piensos. Esta volatilidad obligará a los 77 paÃses más pobres del mundo a gastarse un 8% más de dinero en comprar alimentos. Más pulgas para los perros flacos.[vi]
Por otro lado, el café tampoco se ha escapado de esta vorágine especuladora. A finales de septiembre, la ONG española ESPANICA[vii] -que importa café de comercio justo desde Nicaragua- informaba a sus socios que los precios internacionales del café estaban creciendo debido a que los grandes operadores se estaban aprovisionando de cantidades importantes de grano. Es posible que este acopio de café sea para introducirlo posteriormente al mercado, reduciendo los precios a niveles de hambre y ahogando a millones de agricultores y pequeños competidores.
A pesar de todo, diversos expertos de paÃses miembros de la FAO, reunidos también a finales de septiembre, reconocieron que «las malas cosechas inesperadas en algunos de los principales paÃses exportadores, seguidas de medidas polÃticas a nivel nacional y las maniobras especulativas, han sido los principales factores detrás de la escalada reciente de los precios mundiales y de la elevada volatilidad presente, más que las leyes del mercado global.†Los expertos se comprometieron a “explorar enfoques alternativos para mitigar la volatilidadâ€, miraron de reojo al todopoderoso “Dios Mercadoâ€, pero ni le tosieron y es más, lo excusaron.[viii]
En octubre de 2010, la situación de los precios provocó un ligero cambio de planteamientos. El Comité de Seguridad Alimentaria de la FAO demandó “…actuar de forma urgente en cuestiones clave relacionadas con la seguridad alimentaria y la nutrición como la tenencia de la tierra y las inversiones internacionales en agricultura, la volatilidad de los precios de los alimentos…†y pidió examinar “las causas y consecuencias de la volatilidad de los precios alimentarios, incluyendo las prácticas que distorsionan el mercado y los vÃnculos con los mercados financieros…â€[ix]
Desde la FAO y otros estamentos como la Comisión Europea, alegan que una crisis como la de 2008 queda lejos. Afirman que hay disponibilidad, que hay reservas suficientes e incluso la FAO señala que la previsión en la producción mundial de cereales para 2010 podrÃa ser la tercera mayor registrada hasta hoy.[x] Pero aún asà y a pesar del optimismo, los precios de los alimentos están ascendiendo por más valeriana que inyecten desde Bruselas y Roma.
A principios de noviembre de 2010, en el estado español, alguna marca de pasta ya comunicó aumentos del 15% para inicios de 2011, como consecuencia de la subida del precio del trigo. Los supermercados y distribuidores, dueños y señores de la cadena alimentaria, también han vaticinado incrementos en los precios de ciertos productos.[xi]
Por eso en épocas de crisis, tocará rascarse más si cabe el maltrecho bolsillo o comer directamente piedras del rÃo, mientras esperamos las “exploraciones de enfoques alternativos para mitigar la volatilidadâ€, que están realizando algunos afortunados burócratas de la FAO, que seguramente devengarán salarios astronómicos que evitarán cualquier sufrimiento a la hora de llenar sus frigorÃficos.
Las colmadas reservas y las soberbias cosechas, ya no sirven para aplacar la voracidad y la avaricia de unos pocos a los que no les importa que la gente muera de inanición. Los estamentos públicos en todas sus dimensiones y galaxias, tampoco están dispuestos a frenar las prácticas criminales del “Dios Mercado†y mucho menos a separar la agricultura y la alimentación de toda depravación mercantilista. Multinacionales, inversores, bancos y brokers seguirán siendo los amos del cotarro, caiga quién caiga, adelgace quién adelgace.
Es por eso que seguirán teniendo la culpa las malas cosechas aún cuando no hay malas cosechas. También los paÃses que limitan sus exportaciones en momentos de riesgo, aunque eso es lo que harÃan todos si pudieran. Porque resulta más práctico mirar a otro lado y echar balones fuera, que incentivar una soberanÃa alimentaria que garantice alimentos de calidad y reactive el tejido rural en cada ciudad, nación, estado o continente.
[i] FAO: “925 millones de personas sufren hambre crónica en el mundoâ€, Roma, 14 de septiembre de 2010.
FAO: “1020 millones de personas pasan hambreâ€, Roma, 19 de junio de 2009.
[ii] FAO: “Los precios de los alimentos vuelven a subir†Roma, 9 de diciembre de 2009.
[iii] GRAIN: “El negocio de matar de hambreâ€, abril de 2008.
[iv] FAO: “Los mercados de futuros necesitan algún tipo de regulación†Roma, 23 de junio de 2010.
[v] ZARAGOZA, J.L: “Cereales por las nubesâ€, en Levante suplemento EMV, Valencia, 12 de septiembre de 2010, pag 1 y 2.
[vi] FAO: “La volatilidad de los precios amenaza a la seguridad alimentariaâ€, Roma, 24 de septiembre de 2010.
[vii] http://www.nodo50.org/espanica/
[viii] FAO: “La volatilidad de los precios amenaza a la seguridad alimentariaâ€, Roma, 24 de septiembre de 2010.
[ix] FAO: “El CSA pide actuar contra el hambre y el alza de precios de los alimentos†Roma, 19 de octubre de 2010.
[x] FAO: “La volatilidad de los precios amenaza a la seguridad alimentariaâ€, Roma, 24 de septiembre de 2010.
[xi] BERENGUERAS, J.M.: “La escalada de las materias primas obligará a los súper a subir preciosâ€, en Diario Mediterráneo, Castellón, 2 de noviembre de 2010.