Está claro que la única manera de tragarse una comedia romántica es como nos la plantea Josh Radnor, a imagen y semejanza de sus predecesoras espirituales «Juno» y «Little Miss Sunshine», que, aunque con menos romanticismo, nos ofrecían la misma frescura e ingenio que esta «HappyThankyouMorePlease».
Películas que traspasan el tópico edulcorado para construir su propio universo de pretendido cinismo e inteligencia rebuscada, en ocasiones rozando el snobismo. «Juno» y «Little Miss Sunshine» salían airosas porque huían de cualquier esquematismo, pero esta «HappyThankyouMorePlease» acaba conduciendo la historia de amor central hacia una carcasa narrativa que la hace chirriar, en favor de la otra historia de amor, la secundaria, que ofrece una gama de altibajos emocionales perfectamente engarzados elevando el tono de la película.
Y es gracias al guión, y a un elenco de secundarios soberbios, con lo que la película crece, crece y crece, y acaba por enganchar al espectador al que se le pasa la hora y media de metraje volando, disfrutando, sin complejos, de una comedia romántica que, sin que sirva de precedente, no rebusca en la estulticia humana.
Sorprende la buena mano de Radnor con el guión y su capacidad para enhebrar las vidas cruzadas que van dando forma a la historia, y es de agradecer que en la dirección se limite a dejarse llevar por el flujo de su propio guión y que no intente malabarismos extraños que hubieran estropeado el conjunto. Esta era una película de guión, y así ha quedado.
En definitiva, «HappyThankyouMorePlease» es una película que entretiene y divierte, sin mayores pretensiones ni otros objetivos, una cinta para disfrutar en compañía y salir con una sonrisa del cine, que ya es mucho, habida cuenta de la realidad que nos acecha y la ficción que nos viene.
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