He titulado así, por cuanto según los científicos es el «orden de llegada» a este planeta que en sí mismo es un milagro de vida («al menos de la vida que conocemos») y de la maravilla que ello representa, cosa esta que pocos aprecian y que tampoco se enseña como debiera y desde las escuelas primarias en adelante, para apreciarla y respetarla todo lo posible.
He dicho «milagro» y lo parece a simple vista, pero si analizamos que este pequeño planeta, está situado en el lugar «exacto», del sistema planetario a que pertenece y que de estar un poco más alejado de «su Sol», o un poco más cercano al mismo; esa exuberante vida que aquí ha tenido lugar, no hubiera sido posible… «por exceso de calor o de frío»… hemos de pensar en Algo, superior que lo colocó donde está y con la precisión exacta para que todo se desarrolle según corresponda. No admito el azar ni la casualidad, puesto que mi yo rechaza tales absurdos.
Sobre los insectos, todo cuanto se lee sobre ellos y que sabemos gracias a seres humanos que dedicaron su vida o gran parte de la misma a su estudio… nos maravilla (de cualquier forma cualquier forma de vida es maravillosa). Y nos maravilla por su enorme variedad, su cuantía y «su peso real» en la vida del planeta Tierra. Veamos.
Los insectos llevan en este planeta más de 300 millones de años. En la actualidad los científicos tienen catalogadas más de 950.000 especies y afirman que esto es sólo «el principio», por cuanto ignoran la cantidad que existen.
Se estima que por cada ser humano hoy vivo, en el planeta existen doscientos millones de insectos; que representan entre otras muchas cosas, la principal fuente de alimento en una cadena que termina en el hombre y que en general son tan necesarios o imprescindibles, puesto que la vida sin ellos, no sería posible… «todo está entrelazado en una trama que sorprende abrumadoramente y que aún sin entenderla; es una realidad palpable». Recordemos que para que exista la polinización, el trabajo inmenso de realizarla, recae principalmente sobre los insectos; aunque también colaboren mínimamente las aves e incluso los mamíferos en forma de murciélagos. Se afirma igualmente que sólo las hormigas, comprenden un «grupo» que en el planeta se estiman en el asombroso número de «diez mil billones (con b) de individuos» y que su peso, estimándolo en cinco miligramos por hormiga y considerando el peso medio del ser humano, en 55 kilos… sólo las hormigas tienen un peso físico, equivalente a los seis mil millones de seres humanos que hoy poblamos este planeta; por tanto y con este dato, se demuestra plenamente… «el mayor peso de vida en este planeta lo representan los insectos»; cosa esta que se presta a meditar y hacerlo profundamente.
Sobre las aves, me sorprendió enormemente leer lo que sigue y que viene escrito en «una publicación de los jesuitas»; dice así: «Se ha dicho que si el mundo se quedase sin aves de ningún género, la especie humana no podría subsistir más de nueve años.
Los insectos y las babosas acabarían con todos los jardines y sembrados en ese plazo».
Los insectos (y se ha demostrado) asimilan todo y por tanto son indestructibles, como lo han demostrado todos los insecticidas aplicados. Quizá sean indestructibles por cuanto son la base de toda la vida que se dice… «superior a ellos»; y la fuerza Creadora tenga previsto hasta ese «detalle».
Otra maravilla natural es la trashumancia de mamíferos; en España se ha investigado que al cruzar los rebaños de ovejas por los campos que pasan y pastorean, en sus pieles cubiertas de lana, se adhieren semillas que desprendiéndose en su deambular, van sembrando de nuevas plantas por todo el recorrido que hacen, lo que es otra maravilla, trasladable a tantas especies que dejo al lector trate de averiguarlas.
Si nos detenemos a pensar en todo lo escrito e imaginamos el resto de la maravilla que representa el «equilibrio natural», tenemos forzosamente que reconocer que el verdadero parásito en el planeta… «no somos otro que los seres humanos», puesto que somos los que con el poder adquirido, estamos desequilibrando todo y destruyéndonos constantemente.
Y que no nos calienten la cabeza con lo de los cambios climáticos planetarios y otras «chuminadas científicas», puesto que esos cambios; existen desde que este planeta gira en el espacio calentado por su sol; y desde luego en esos cambios tan brutales, los seres vivos que habitamos en la corteza planetaria, somos muy poca cosa para intervenir en ellos… «esos cambios los ordena la misma fuerza que colocó al planeta en el lugar que arriba cito»… nuestra ignorancia e impotencia no llega a más y pese a ese «acelerador de partículas», instalado en Suiza sobre la base de gastos inmensos, que mejor debieron emplear en cosas más necesarias… «la ignorancia seguirá».