Meese (Tokio, 1971), unos de los valores más relevantes del arte alemán, expone una muestra variada y extensa de su obra en los diez últimos años. Su trabajo se articula sobre diferentes formatos: collage, fotografía, pintura, escultura, que fusiona con el objetivo de conseguir una “obra de arte total” y gira en torno al individuo y a su rol social.
Meese plantea con atrevimiento las fracturas de la moral dominante y entrecruza, apelando a referencias históricas o fantásticas, toda una serie de denuncias al sistema de creencias reivindicando la praxis artística como lugar de confrontación y discusión sobre nuestro presente.
La exhuberancia caracteriza su planteamiento estético teniendo como referencia al expresionismo alemán o el accionismo vienés. Trasgresor e irreverente crea un universo propio y sostiene en su Manifiesto que el Arte no es democracia, por suerte.