Cultura

Joyas musicales LXV («Pedro Navaja»)

Literatura y música se unen en este relato corto al que se le ha puesto música, o a esta canción que recuerda a un relato corto, no importa, la simbiosis es tan perfecta que ya nadie se para a pensar que fue primero, si el huevo o la gallina, a nadie le importa, sólo importa el escuchar esta obra de arte.

Una canción que trasciende la superficialidad de la salsa, un ritmo puramente físico que limita el arte musical al baile por el baile, sin explorar en posibilidades oníricas e intelectuales que la música puede aportar. Pero aquí, en esta joya musical, Rubén Blades da un paso al frente y grita «aquí estoy yo», y nos deja con una canción que nunca se olvida.

Porque, amigo, como bien dice la canción, la vida te da sorpresas, y cuando menos te lo esperas, cuando toda tu vida parece organizada ocurre algo, aparece una persona, o desaparece otra que manda todo al carajo y te obliga a volver a empezar.

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Pedro Navaja

Por la esquina del viejo barrio lo vi pasar
con el tumbao’ que tienen los guapos al caminar,
las manos siempre en los bolsillos de su gabán
pa’ que no sepan en cuál de ellas lleva el puñal.
Usa un sombrero de ala ancha de medio lao’
y zapatillas por si hay problemas salir volao’,
lentes oscuros pa’ que no sepan qué está mirando
y un diente de oro que cuando rie se ve brillando.
Como a tres cuadras de aquella esquina una mujer
va recorriendo la acera entera por quinta vez,
y en un zaguán entra y se da un trago para olvidar
que el día está flojo y no hay clientes pa’ trabajar.
Un carro pasa muy despacito por la avenida
no tiene marcas pero toos’ saben ques’ policia uhm.
Pedro Navaja las manos siempre dentro ‘el gabán,
mira y sonríe y el diente de oro vuelve a brillar.
Mientras camina pasa la vista de esquina a esquina,
no se ve un alma está desierta toa’ la avenida,
cuando de pronto esa mujer sale del zaguán,
y Pedro Navaja apreta un puño dentro ‘el gabán.
Mira pa’ un lado mira pal’ otro y no ve a nadie,
y a la carrera pero sin ruido cruza la calle,
y mientras tanto en la otra acera va esa mujer,
refunfuñando pues no hizo pesos con qué comer.
Mientras camina del viejo abrigo saca un revolver, esa mujer,
iba a guardarlo en su cartera pa’ que no estorbe,
un trenta y ocho esmithanhueson del especial
que carga encima pa’ que la libre de todo mal.
Y Pedro Navaja puñal en mano le fue pa’ encima,
el diente de oro iba alumbrando toa’ la avenida, ¡se le hizofacil!,
mientras reia el puñal le hundía sin compasión,
cuando de pronto sonó un disparo como un cañon,
y Pedro Navaja cayó en la acera mientras veía, a esa mujer,
que revolver en mano y de muerte herida ahí le decía:
«Yo que pensaba ‘hoy no es mi día estoy salá’,
pero Pedro Navaja tu estas peor, no estas en na’ »
Y creanme gente que aunque hubo ruido nadien salió,
no hubo curiosos, no hubo preguntas nadie lloró,
Sólo un borracho con los dos cuerpos se tropezo,
Cojio el revolver, el puñal, los pesos y se marchó,
Y tropezando se fue cantando desafinao’
El coro que aqui les traje y da el mensaje de mi cancion.
«La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida» ay Dios…
pedró navajas matón de esquina
quien a hierro mata, a hierro termina
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios…
Valiente pescador, al anzuelo que tiraste,
en vez de una sardina, un tiburón enganchaste.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios
Como decía mi abuelita, el que último rie, se rie mejor….

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.