Madrid acelera los pulsos, precipita los acontecimientos, genera ansiedad vital, engaña a los soñadores, recuerda a los que se fueron, da la bienvenida a los que llegaron y evita las comparaciones, que siempre son odiosas.
Madrid engalana el alma, invita a la poesía, no regaña al suicida, ataja los delirios de grandeza, ablanda los corazones, agrieta los puños, reta a la arrogancia y enamora a las princesas de quita y pon.
Madrid es el comienzo y el fin de todas las eternidades, y todo comienza y termina con una canción de Sabina.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=6g_SpJMGsKQ[/youtube]PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID
Allá donde se cruzan los caminos
Donde el mar no se puede concebir
Donde regresa siempre el fugitivo
Pongamos que hablo de Madrid
Donde el deseo viaja en ascensores
Un agujero queda para mi
Que me dejo la vida en sus rincones
Pongamos que hablo de Madrid
Las niñas ya no quieren ser princesas
Y a los niños les da por perseguir
El mar dentro de un vaso de ginebra
Pongamos que hablo de Madrid
Los pajaros visitan al psiquiatra
las estrellas se olvidan de salir
la muerte pasa en ambulancias blancas
pongamos que hablo de Madrid
El sol es una estufa de butano
la vida un metro a punto de partir
hay una jeringuilla en el lavabo
pongamos que hablo de Madrid
Cuando la muerte venga a visitarme
que a mí me lleven al Sur donde nací
aquí no queda sitio para nadie
pongamos que hablo de Madrid, de Madrid