Cuando somos niños tendemos a rodearnos de amigos que tienen nuestra misma edad para poder compartir el proceso de crecimiento de una forma equitativa. Además, durante esos años, generalmente, solo encontramos amigos en el colegio, en alguna actividad extraescolar o en las vacaciones de verano. Sin embargo, con el paso de los años, desde la óptica de la madurez, nos damos cuenta de que la amistad intergeneracional es muy gratificante para el ser humano.
La base de la amistad va mucho más allá de la edad, por eso, los años no determinan la relación con una persona. Lo cierto es que los ancianos sí tienen un margen más limitado para poder hacer nuevas amistades, sencillamente, porque existen pocos espacios en los que la vejez tenga un protagonismo positivo y notable.
Cualquier anciano puede acudir a un Club de Jubilados para conocer gente nueva o incluso, puede participar en proyectos tan interesantes como El Banco del Tiempo. Un banco en el que cada persona dona parte de su tiempo para enseñar algo a los demás.
Pero la amistad entre una persona joven y un anciano es no sólo posible sino también gratificante puesto que una persona mayor se enriquece emocionalmente de la juventud. Mientras que el joven puede adquirir nuevas ideas y una gran sabiduría para aprender a vivir mejor.
Sin duda, la amistad es uno de los tesoros más importantes que tiene cualquier ser humano a lo largo de la vida. Tal vez por eso, también produce una emoción especial comprobar que a través de los años seguimos manteniendo un vínculo casi mágico con nuestro mejor amigo de la infancia.
Lo más positivo en la vida es mantener las amistades que ya tenemos mientras tenemos el corazón despierto e ilusionado para conocer a otras personas que pueden aportar magia y alegría en tu vida. Mientras que una diferencia de edad exagerada puede ser un impedimento en el amor, en la amistad no existen barreras de este tipo.
El cariño seguirá siendo el mismo lo único que puede determinar la diferencia de edad es el tipo de actividades que compartimos con el amigo. Existen compañeros con los que hacemos planes para ir a bailar un sábado por la noche en la discoteca, mientras que con otros acostumbramos a ir al cine y con otros podemos llegar a planificar algún viaje. De hecho, también es posible hacer nuevas amistades en el entorno laboral.
La amistad intergeneracional está basada en el respeto, el diálogo asertivo y el cariño mutuo.
Imagen: Flickr-Embajada de Estados Unidos en Bolivia
