Crónicas del Sur de América
Para ganar las pasadas elecciones, la actual Presidente Cristina Fernández de Kirchner hizo algo que muchos puristas rechazaron, y que unos cuantos vieron con buenos ojos: para vencer a la candidata de la Coalición CÃvica, Elisa Carrió, Fernández juntó bajo su ala a polÃticos de todo el arco argentino, desde peronistas a radicales, lo que serÃa más o menos como juntar a demócratas y republicanos bajo un solo candidato.
Para darle más fuerza y legitimidad a esta Concertación Plural, tal el nombre que recibió el hÃbrido, el propio Vicepresidente fue seleccionado entre los denominados Radicales K (aquellos polÃticos pertenecientes a la centenaria Unión CÃvica Radical que se alinearon con Néstor Kirchner).
Pero Néstor Kirchner no acepta discusiones, sólo sumisión, y fue asà como estos Radicales K fueron expulsados del legendario partido por venderse a la aparentemente infinita caja del Poder Ejecutivo.
El escenario se mantuvo bastante quieto durante el primer periodo del mandato de la actual Presidente, Cristina Fernández, hasta que la cara visible de los Radicales K, el Vicepresidente Julio César Cobos tiró abajo el proyecto de retenciones móviles que pretendÃa imponer impuestos de valores confiscatorios y anticonstitucionales a las exportaciones argentinas.
Desde ese mismo 17 de Julio la Concertación tembló. La Concertación habÃa nacido para ganar las elecciones, y el fin estaba cumplido, no tenÃa otra razón de ser, y era necesaria una excusa para «limpiar» de radicales el gobierno y poner funcionarios afines a la ideologÃa imperante en el mimo.
Desde ese 17 de Julio todos los funcionarios ligados o sugeridos por el Vicepresidente entraron en franca retirada, ya que no tan lentamente fueron siendo retirados de sus puestos para ser reemplazados por quienes siguieran los lineamientos propuestos no por la Presidente, sino por el ex Presidente, su marido, quienes muchos afirman es quien detenta el verdadero poder en la Argentina.
Con esto se pretendÃa aislar polÃticamente al Vicepresidente quitándole rango de movimiento y acción, y posiblemente forzarlo a renunciar para que pueda ser reemplazado por José Pampuro, un incondicional kirchnerista, quien no dudarÃa en acatar en el Senado las órdenes que lleguen desde Olivos o la Casa Rosada.
En vista de que esto se estaba volviendo demasiado evidente, incluso para los que no siguen las idas y vueltas de la polÃtica argentina, tanto el Ministro del Interior como la Presidente están trabajando para intentar relanzar o refundar la Concertación Plural, aunque concentrando el poder en manos de Néstor Kirchner a través de distintos funcionarios fieles y leales, cuando no fanáticos como el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Mi opinión: La movida era esperable conociendo a los actores estelares y a los que manejan los hilos, pero el Vicepresidente hoy cuenta con una imagen positiva cuatro veces mayor que la Presidente de la República, por lo que intentar sacarlo de su puesto o forzarlo a renunciar llevarÃa a la Argentina a un caos que sin duda harÃa añorar las épocas del conflicto con el sector agrario.
La Presidente tiene una nueva oportunidad de lanzar su Gobierno, que hasta ahora no es más que una sucursal del de su marido, y por el bien de la Argentina, las Instituciones y los 40 millones de habitantes de esta tierra, que no la desperdicie.