Los veranos pastoriles de Arrudí en el refugio de Ibonfiecho, allá en Sallent de Gállego, tienen mucho de retiro y ensimismación además de vida al aire libre en un paraje privilegiado.
No descuida la creación artística que el entorno enriquece. Este verano, prolífico, como él dice, ha dado como frutos una serie de obras sobre papel de las que una selección se presentan aquí. Son creaciones con su particular visión de la naturaleza que tiene oportunidad de contemplar cada amanecer desde su atalaya. Su fuerza cromática y el dominio de la perspectiva, habitual en Arrudi, las hace cronistas de una montaña que intenta defender su personalidad a pesar de todo y de todos.
Deliciosas e inspiradas, podremos verlas, posiblemente, en alguna exposición en Zaragoza, mientras, como aperitivo, la genialidad del artista sigue dando que hablar.