Los técnicos de la NASA –miembros del Jet Propulsion Laboratory– que estaban orientando a Curiosity sobre el inmenso cráter Gale, de unos 155 kilómetros de ancho, muy lejana a donde había amartizado el Spirit en 2004, en el cráter Gusev y y más lejos donde había descendido-en enero de 2004- El Opportunity en el Miridiani Planum , vieron las fotografías del día, pero en una de ellas encontraron algo sorprendente, entre la foto 5212-A y la fotografía 1212-B había un desplazamiento de un cuerpo similar a una antena o a un radar, unas tonalidades que los hizo callar y concentrarse en la fotografía siguiente que llegaría en menos de 30 minutos.
Era Agosto en la Tierra. Los científicos de la NASA y del Gobierno Federal tenían a los medios concentrados en analizar la magnífica maniobra de los 7 minutos de terror –frenando de 21000 kms/hora a 0 en 7 minutos-. Y John Meyers, el científico encargado de la propulsión de Curiosity había maniobrado hacia el oriente marciano orientándolo hacia donde sobresalía esa extraña forma metálica. El encargado de los fotografías disparó tres o cuatros veces la cámara Y esperaba ansioso las siguientes fotos.
Sony, actual jefe de la misión, confiaba en que aquello que asomaba fuese un pedazo de chatarra espacial o si la suerte le ponía un premio en sus manos, esa sería parte de una nave marciana.
Spirit dejó de transmitir en 2010 y Opportunity había enviado, apenas hacia tres horas, datos de unas curiosas cavernas que se asentaban en un desfiladero con sinuosas curvas de colores azules y rojos.
Estaban a cientos de kilómetros del Curiosity, y Sony el experto jefe de la misión sólo consentía de idea de una próxima foto donde develaría esa forma de antena o radar que podría cambiar todo el sentido civilizado de la Tierra y Marte.
Llegaron las fotografías en serie. Algo parecía anormal, Curiosity estaba frente a dos cuerpos en movimiento y para su sorpresa, las fotos mostraban al Spirit y al Opportunity golpeando al Curiosity, hasta que cesó de transmitir con la fotografía 2515-Z, donde aparecía un extraño ser de brazos largos que levantaba los dedos en señal de victoria, operando como un moderno colono al viejo Spirit y al fondo un atardecer marciano, bello multicolor y silencioso.
Los técnicos de Jet Propulsion Laboratory tenían un gran problema, cómo explicar la pérdida de una misión de 2600 millones de dólares con una fotografía que mostraban el Spirit y Opportunity a miles de kilómetros de su destino original, con un extraño ser que los dirigía en la destrucción del Curiosity…