Una falacia es un engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien, una estratagema polÃtica o social con la que se intenta obtener un beneficio personal a costa del perjuicio de otros.
Los artistas españoles llevan años quejándose de la piraterÃa en Internet y del daño que ésta provoca en sus ingresos, lo cuál es lÃcito y absolutamente comprensible. Ellos trabajan, ellos crean, ellos tocan, ellos cantan, por lo que ellos deberÃan de llevarse una compensación económica por su trabajo.
Ahora bien, se equivocan gravemente en el objetivo de sus quejas y de sus ataques. Los artistas, mal aconsejados, supongo, cargan contra los internautas que utilizan la tecnologÃa para compartir la música que les gusta, las creaciones que siguen y que admiran, cuando lo que deberÃan de hacer es cargar contra el soporte que utilizan las multinacionales para sus creaciones, claramente obsoleto.
El tratar de vender un pack de 12 canciones en un CD es algo que deberÃa de haber quedado ya en la prehistoria. Hoy en dÃa vivimos la era de Internet, la era de bajarse una canción en un minuto, sin necesidad de tener que ir a una tienda de discos a comprarlo.
El mundo ha cambiado, la sociedad ha cambiado, pero la industria audiovisual española se niega a hacerlo junto a ella. Todo el tiempo y el dinero que se están gastando en proteger un soporte acabado lo podrÃan haber dedicado a adaptarse al nuevo paradigma tecnológico.
La tecnologÃa avanza, y la sociedad se mueve al son de las mejoras que hacen que su vida sea más sencilla, por lo que la industria audiovisual deberÃa saber adaptarse a esta nueva realidad.
Los internautas no queremos música gratis, ni pelÃculas gratis, ni libros gratis, sólo queremos contenidos adaptados a las nuevas tecnologÃas. Descargas pagadas de contenidos, pelÃculas en streaming por un módico precio, e-libros, etc.
La piraterÃa en Internet existe porque la industria audiovisual quiere que exista, en lugar de escuchar la voz unánime de la sociedad se están empeñando en luchar contra ella con lo que se están lanzando a una guerra que acabarán perdiendo, por muchos favores que les quiera devolver el gobierno de turno con leyes absurdas, como la que ahora planea nuestro ejecutivo.