Ambrose Avellano es el pintor gibraltareño más reputado. Su carrera artística se ha desarrollado en el Reino Unido y es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Lancashire y durante 20 años profesor de la Universidad de Manchester. Apreciando la obra de sus primeros tiempos con un performance titulado Passión en 1982 hasta nuestros días, se observa en seguida su técnica y versatilidad que le lleva por los caminos de la abstracción, expresionismo, figurativo mágico, surrealismo, impresión gliceé, fotografía, escultura, dibujos, instalaciones efímeras y performances.
Nada le es ajeno, ni la rebeldía o el grito contra lo establecido y en sus obras, la polémica se permite el lujo de vestirse de rabia colorista o de tenebroso claro oscuro. Es un artista conocido en Inglaterra y pinta alimentado por la luz del Golfo de Cádiz. Al otro lado de la verja, numerosos amigos de la Línea de la Concepción le conocen bien. Su británica condición no le impide el gracejo andaluz que tienen los «llanitos». Hijo de italiano y española, empezó a recibir clases de pintura a los 11 años. Toda una vocación.
Su primera exposición se remonta a 1972 y desde entonces ha participado en mumerosas muetras individuales y colectivas. Es creador de diversos murales en instuciones inglesas y europeas así como de esculturas en espacios públicos. Una de sus actividades más reconocidas son las instalaciones y performances. En el año 2000 fue el ganador del premio British Millenium del Noreste de Inglaterra, organizado por el Museo de Ciencias de Manchester con la instalación IAN IN 3D. También en fotografía ha sido ganador de varios concursos oficiales en Gibraltar.
La exposición de esta noche me he permitido titularla como Las huellas de mi pintura, porque hemos querido traer a Zaragoza una antología de obras de diversos periodos de su carrera.
La verdad es que cuando Ambrosio me envió fotos de las obras disponibles fue muy difícil la elección. Esta que veis hoy pretende recoger la permanente búsqueda de sus propias razones como artista. Tenemos oleos, fotografía, acuarela, pastel, carboncille, impresión gliceé y dos instalaciones.
En cada obra os invito a buscar las claves que le llevan a realizarlas. Cada mensaje, pensamiento o causa, se expresa libremente, sin condicionantes porque Ambrosio sólo se presta a la academicidad de su técnica. Las instalaciones, ésta de aquí, se llama inocentes, y sobre el delantal de carnicero, AMBROSIO hace toda una declaración de intenciones. Aquella sobre los sillares, no ha podido encontrar mejor soporte, puesto que la historia que nos cuenta tiene mucho que ver con EL IMPERIO romano. Solamente os dejo la pista de su nombre . LA COLADA DE MARÁA.
QUIERO AGRADECERLE SU ESFUERZO PERSONAL PORQUE LA IMPLICACION QUE SUPONE TRASLADAR SUS OBRAS POR TODA ESPAÑA, SU PRESENCIA PERSONAL EN ESTOS PARAJES DONDE EL VIENTO NOS SACUDE HASTA LAS MUDAS, DEJANDO LA BONANZA DE SU GIBRALTAR NECESITA DE RECONOCIMIENTO. SI AÑADIMOS QUE AMBOS VIVIMOS TRES DIAS DE INCERTIDUMBRE PORQUE NADIE SABIA DONDE ESTABA EL CAMION QUE LAS TRANSPORTABA. AL FINAL AYER A MEDIODIA SE RESOLVIO Y PUDIMOS EN UN MARATON DE HORAS DEJAR TODO LISTO.
Gracias de nuevo a todos por vuestra asistencia, esperando ofreceros una visión actualizada de la realidad artística de nuestros vecinos, también hermanos, del Peñón.
texto de presentación
E.Mateo
Comisario