Cultura

La locura sobre el escenario

Consonancias, 29

Los dos últimos espectáculos presentados en el Teatro Principal de Zaragoza han tratado de la locura.

El primero, ‘Calígula’, de Albert Camus, retrata la trayectoria del tristemente famoso emperador romano quien, en el colmo de su demencia, llegó a nombrar cónsul a su caballo. El segundo, ‘Elling’,  basado en la novela del escritor noruego Ingvar Ambjorsen, se centra en un personaje que ha permitido a su autor elaborar una tetralogía. Realmente en la dramaturgia se refleja el segundo de los libros, ‘Hermanos de sangre’, puesto que la locura afecta a Elling y a  Kjell, su compañero de habitación en el psiquiátrico. La obra de Camus ha dado lugar a numerosas versiones, tanto en la pantalla como en el escenario, y algo parecido ha ocurrido con la de Ambjorsen, aunque en menor cuantía; el autor noruego tiene en la actualidad poco más de 50 años.

CalígulaSalvados los paralelismos, el enfoque de la locura es totalmente distinto en cada caso. Calígula es un ser perverso de quien se puede esperar cualquier barbaridad, mientras que Elling y Kjell se nos muestran como unos pobres inocentes a quienes su entorno trata de proteger. Los patricios romanos que rodean al emperador son víctimas de sus caprichos y sus iras, confabulándose para hacerlo desaparecer. Camus remarca insistentemente el clima de tensión, la desconfianza, el miedo, la inseguridad y el resto de condiciones negativas que explican la fragilidad del entorno que rodea al personaje. De modo contrario, Elling y  Kjell viven rodeados por individuos que intentan cuidarlos y ayudarlos, desde la enfermera del psiquiátrico hasta el trabajador social que los visita en el piso donde han sido instalados por la autoridad sanitaria.

El enclaustramiento del emperador, paradójicamente esclavo de sus propios súbditos, contrasta con laELLING libertad de estos seres protegidos por la sociedad que intenta inducirlos a una vida normal. Frente al destino trágico y sin salida que plantea la obra de Camus, ‘Elling’ es finalmente el viaje alegre de dos amigos a través del miedo y el aislamiento, a los que conseguirán vencer.

La demencia, como otros problemas de origen mental, tiene mejor pronóstico si se enfoca desde la libertad y la alegría.

Calígula’, cuyo reparto encabezaba Javier Collado Goyanes, hijo de grandes artistas, acompañado, entre otros, por el actor aragonés Fernando Conde, resultó una obra densa e intensa con un planteamiento excesivamente discursivo y un tanto plano.

Elling’, protagonizado por Carmelo Gómez y Jordi Aguilar, con la muy estimable participación de Chema Adeba   y Rebeca Montero, fue por el contrario un espectáculo jugoso, entrañable y divertido.

Por una parte, la visión pesimista de la locura; por la otra la optimista y esperanzada. Indudablemente nos quedamos con la segunda.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.