La novela uruguaya, se inicia con hechos históricos. De forma seria, nace de la conjunción de la realidad con la ficción. Ese hecho caracterizó al país y le dió grandes honores en la literatura. Por ello se dice que la primer novela publicada en nuestro país, la escribió el Sr. Magariño Cervantes, se llamó Caramurú. Lo cual marcó una tendencia, la misma residía en una mixtura de realidad con fantasía. Esa arista perduró por muchos años, marcó a fuego a los narradores de habla hispana, por ejemplo, largos años después la gran escritora Isabel Allende, se consolida como novelista gracias a su capacidad por mezclar el pasado con la ficción actual. Ahora ella extiende su horizonte profesional y por ello publicó hace unos días su nueva obra literaria, se estrena en un género, que para ella es nuevo, pero que sin dudas en éstos momentos es la modalidad mas vendible en todo el mundo, me refiero a la novela policial.
Foto: jikatuViví algunos años en Santiago de Chile, ahí conocí al Dr. Gordon, marido de Isabel Allende, pude conversar con él dado que también es escritor, pero su único rubro al momento es la novela policial. Así que no me sorprende que su novel esposa incursione en esa modalidad literaria, hoy de moda.
Isabel, al igual que muchos escritores entre los cuales me incluyo, se iniciaron en el mundo de la publicación escribiendo sobre la novela histórica, dado que ese género, es el más inspirador, da una gran facilidad de sucesos, personajes, y posibilidades de conjugar la historia con gran facilidad, lo que tiene de trabajoso, es la parte documental, el arista del estudio y la investigación para hacer un buen ensayo. Por otro lado hasta hace unos años ese valioso género era el más vendible, esa tendencia mundial era seguida por las editoriales que publicaban novela. Las necesidades del mercado cambiaron, ahora los lectores no buscan historia, prefieren misterio, optan y pagan por la novela negra.
En mi caso me inicié escribiendo sobre los cortes de ruta que se realizaron en protesta por la instalación de una fábrica de celulosa. Tomé un hecho cierto, que estaba en la palestra pública, y le adicioné una historia de amor entre dos adolescentes pertenecientes a cada extremo del puente.
Luego seguí por las adicciones, las cuales nos hablan de la dependencia y las carencias que sienten y viven los seres humanos, los cuales por culpa de esa enfermedad quedan solos, y se asilan de la sociedad.
Por último, publiqué sobre el suicidio, profundicé en esa temática, en ese asunto que le compete a la salud pública. Y que al igual que los otros dos temas escritos por mí, tienen un gran vacío social, si esa cruda realidad no es difundida y no se incorpora como tema de diálogo en la familia, la educación y las políticas de Estado, poco se avanzará.
En común estas novelas tienen que abordan temas sociales, actuales, e históricos. Soy consciente que eso limita el mercado, aunque sienta las bases para formar el temple de un escritor. Aunque en Uruguay aún gustan los libros encasillados en un género, la tendencia nos lleva a que eso ya no es lo que publican con esmero las editoriales. Uruguay en ese sentido, se está quedando atrás, ya que se publica poca novela policial y/o de misterio.
Pero cuando el conjunto de escritores se ajirone nos va a sorprender. Igual que ocurrió con la arquitectura, mientras en el mundo se empezaba tímidamente a construir rascacielos, en Montevideo, se estrenó el más alto de toda América, que fue el Palacio Salvo, de ello conozco bastante, ya que fui presidente de la comisión cultural de ese lugar. Los profesores de arquitectura que hablan e investigan sobre el Salvo, se maravillan con el coloso. A ello se le adicionó la carga histórica que vivió el lugar, ya que en ese sitio se estrenó La Cumparsita, o porque ahí estuvo uno de los teatros más famosos de la ciudad, en el séptimo piso funcionó un gran centro de tertulias culturales, etc. Eso sin olvidar que Montevideo fue la primera ciudad Sudamericana con energía eléctrica.
La historia nos enseña que Uruguay está acostumbrado a sobresalir, estoy confiado en que los literatos de ésta generación también sabrán hacerlo, y seguirán el despertar literario. El cual está golpeando al mundo, la computadora e internet son los que han ocupado el lugar del libro temático, de la publicación histórica, con la genialidad de hacer todo muy breve, conciso, ya que la en estos días la falta de tiempo y los costos, son una barrera para algunos lectores. Un género que logró convivir y adaptarse, quizás por su formato es el de la poesía, dado que es adaptable con el cyber mundo. A ejemplo de la poesía de fuego, de la que nos hablan grandes poetas de toda la tierra, entre ellos siempre me marcaron mucho, Idea Vilariño, y el célebre poeta de Camerún, Paul Dakeyo.
Hace unos pocos años, cuando se hablaba del libro digital, se decía que el ejemplar en papel no sobreviviría, ahora nos damos cuenta de que el libro goza de buena salud, que tiene un competidor fuerte, pero no fue reemplazado, ésto me recuerda a la radio, antes existía solo la frecuencia en AM, cuando salió FM, se decía que los dos no sobrevivirían. Sin embargo los dos estilos hasta hoy existen en el aparato radial. Pero esa competencia, tiende a que cada uno se clasifique y se reinvente tomando estilos atractivos y característicos que lleguen a su público.
Internet supone una herramienta para la creación literaria. Lo valioso son los géneros literarios, los cuales son muy bastos, cada uno de ellos, es un arte. Cuando el escritor logra eso, hace que lectura sea un dialogo. En el caso de la novela histórica la misma tiene la capacidad de recuperar el olvido.