Cultura

La ‘Odisea’ de Rafael Álvarez, El Brujo

Escenarios, 51 

Rafael Álvarez, El Brujo, ha recalado en el Teatro Principal de Zaragoza para contarnos la ‘Odisea’ en versión contemporánea. A pesar de tener como referencia la obra de Homero, su intención va mucho más lejos. No se trata de una recreación histórica al uso, sino de una actualización permanente de las inquietudes, afanes, obsesiones y deseos que guiaron a Ulises, uno de los caudillos de la guerra de Troya, en su regreso a Itaca, la patria, el destino a recuperar o a reconstruir.

Mediante un montaje sencillo pero efectista, El Brujo, siguiendo su trayectoria de actor solista, consigue transmitir al público, a quien propone frecuentemente complicidad, las sensaciones complejas de un hombre enérgico pero desorientado en medio de los avatares de la vida. Hay un trasunto permanente entre las penurias del protagonista homérico, sometido a las circunstancias y al capricho de los dioses, y las que padecen las multitudes humanas que transitan por la tempestuosa realidad que rodea y asfixia nuestras perspectivas de futuro.

La 'Odisea' de Rafael Álvarez, El BrujoEl discurso argumental oscila entre la trascripción de algunos pasajes –cantos– de la obra clásica y los análisis de la situación contemporánea, con un enfoque lúdico y cáustico. Algunos sujetos de la vida pública son zarandeados sin compasión, pero siempre con el gracejo propio del artista que quita hierro a los asuntos sin escamotear su gravedad.

El planteamiento de Rafael Álvarez es absolutamente válido en esta época de prisas, en la que muchos espectadores han oído hablar de la ‘Odisea’, pero pocos se han detenido a leerla. Tampoco abundan las personas que estén al corriente del mundo mítico griego, porque progresivamente se han ido restando horas a la enseñanza de la lengua y la cultura de la que procedemos. Aunque la propuesta de El Brujo, que fue estrenada en el 58 Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, en 2012, no alcance a suplir las carencias culturales de las nuevas generaciones, sí abre la oportunidad de ampliar conocimientos a quienes lo deseen. También esta es una función del teatro, la de abrir ventanas intelectuales y emocionales para completar la formación en exceso tecnológica que hoy se imparte en las aulas.

Un aspecto muy interesante del montaje es la música original de Javier Alejano, basada en ritmos mediterráneos y orientales. Esos pequeños apuntes ponen la guinda a un pastel de esmerada elaboración.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.