Una experiencia deliciosa
Los exquisitos vinos, la gastronomía y una amplia historia y cultura han atraído a un sinfín de visitantes a la Ruta del Vino de Navarra. El visitante podrá experimentar un verdadero placer para los sentidos a través de esta ruta que recoge una cuidada selección de bodegas y establecimientos turísticos que le permitirán sumergirse en el mundo vinícola.
La Ruta del Vino de Navarra se ha convertido en una de las rutas certificadas como Ruta del Vino de España y desde hace dos años es también “Territorio Enoturístico Socialmente Responsable”. El principal motivo es la calidad y profesionalidad con que cuentan las bodegas y los productos que allí se fabrican. Tintos, rosados, blancos y dulces son los vinos que ofrece la ruta, avalados con la Denominación de Origen Navarra.
Esta ruta enológica atraviesa 25 localidades de la Zona Media de la región, envueltas de tierras de viñedos. Además, está integrada por un centenar de entidades entre las que destacan los 25 municipios, 15 bodegas, dos bares de vinos, 13 alojamientos, tres agrotiendas, 12 restaurantes o el propio Museo del Vino de Navarra en la localidad de Olite, que trabajan a diario para que las visitas al territorio vinícola sean inolvidables.
Los modernos molinos de viento en lo alto de las colinas hacen del paisaje un entorno realmente singular. Sin duda, el visitante podrá disfrutar del complemento perfecto para una gastronomía de calidad, enmarcado en un entorno ideal para disfrutar del vino.
Enoturismo en la Zona Media
El turismo enológico está en auge. La pasión por el vino ha crecido en los últimos años así como el turismo para conocer a fondo su cultura. El amante del buen vino podrá degustar, mediante catas y otras actividades de las bodegas, los aromáticos y afrutados vinos navarros que completarán el plato tradicional mediante un maridaje perfecto.
El visitante podrá organizar su propia ruta a partir de la multitud de propuestas turísticas relacionadas con el vino que ofrece Navarra. Así, podrá alojarse en establecimientos enmarcados por la naturaleza y viñedos de la Comunidad Foral; visitar las 15 bodegas que componen esta ruta y que se distinguen entre tradicionales o modernas y con distintas capacidades para albergar a todo tipo de grupos; y por supuesto, realizar actividades relacionadas con el enoturismo como degustar los excelentes vinos de la ruta o participar en el proceso de elaboración.
Actividades para completar el enoturismo
La Ruta del Vino de Navarra no limita sus actividades en torno a la mesa, si no que ofrece una multitud de propuestas para completar la estancia en Navarra. En este marco, se pueden realizar rutas por los viñedos a caballo, pie o bicicleta para los más deportistas, o visitar los atractivos turísticos más relevantes de la zona para aquellos más curiosos. El Palacio Real de Olite, el museo del vino, la Iglesia de Santa María de Eunate, o el puente románico de Puente de la Reina son algunas opciones culturales que permitirán completar la estancia de los visitantes.
En este sentido, la Bodega Pago de Araiz ofrece actividades al aire libre como un taller de Tai-Chi o Yoga para posteriormente realizar la visita a la bodega y la degustación. Otra opción, la propone la Bodega Vega del Castillo que en su afán por innovar, produce y comercializa productos de vinoterapia. El visitante más presumido podrá reparar su piel mediante las propiedades antioxidantes y los polifenoles de las uvas de los viñedos de esta bodega».
Por otro lado, para todos aquellos visitantes que lo deseen, la ruta también brinda la posibilidad de conocer parte del Camino de Santiago, que mantiene año tras año una evolución patente en Navarra. A través de este tramo, los caminantes podrán conocer un rosario de pequeñas iglesias a las que la tradición popular otorga la peculiaridad de haber sido realizadas con vino además de disfrutar de la naturaleza del Camino.