Existen muchas personas a las que les cuesta mucho analizar y comprender sus emociones y sus sentimientos. Por ejemplo, seguro que puedes conocer a algunas personas en tu entorno habitual que centran su atención en describir hechos y acontecimientos del día a día, es decir, rara vez hablan de sí mismos en términos de interioridad. De hecho, incluso puedes encontrarte con alguien que te habla de la intimidad de otras personas mientras no se atreve a hablarte de la suya.
En general, resulta mucho más estimulante una conversación en la que es posible profundizar en el mundo interior de un amigo o un familiar. Al menos, es más fácil poder aprender de alguien que se deja conocer a ese nivel de intimidad. Una intimidad en la que es posible descubrir los miedos ajenos y las dudas.
Existen momentos de la vida más propicios para poder compartir una vivencia interior, por ejemplo, cuando estás haciendo frente a una etapa de desamor que puede manifestarse de diferente forma: puede ser que tu pareja te haya abandonado, también puede suceder que hayas decidido poner punto y final a una relación sentimental, a lo mejor te declaraste a una persona y descubriste que no eres correspondido del mismo modo, incluso, puede suceder que sientas que no estás preparado para volver a amar de nuevo…
Existen tantas situaciones como personas diferentes pero en todos esos casos existe una característica común: la tristeza que suge del alma. Una tristeza que se pega como un imán y que duele hasta lo más profundo del corazón aunque con el paso del tiempo, afortunadamente, dicha sensación de fracaso puede llegar a calmarse.
Cuando experimentamos un momento de desamor tendemos a buscar culpables de forma inconsciente. Una actitud que es poco constructiva puesto que así no podemos avanzar a nivel vital. Es decir, es mejor aceptar la realidad y no ir en contra de los acontecimientos. Por otra parta, también debemos evitar recrearnos en nuestro propio dolor puesto que la esperanza sigue vigente y cada puerta que se cierra es un estímulo para descubrir otra puerta que se abrirá.
La tristeza que surge como consecuencia del desamor es muy dolorosa, sin embargo, cuando se supera produce una enorme fortaleza interior y un enorme respeto hacia uno mismo puesto que descubres que puedes seguir viviendo igual de feliz si te lo propones lejos de una persona que tomó un camino distinto al tuyo.
De hecho, si estás atravesando una etapa de desamor debes sentir la ilusión de pensar en un futuro por descubrir que todavía está indeterminado. Seguro que en tu futuro habrá muchas sorpresas y debes poner de tu parte para descubrirlas.
Foto vía: Flickr-Mario Enrique Saga