El calentamiento global duplicará el número de episodios extremos de El Niño, como el ocurrido entre 1997 y 1998, que causó inundaciones en Ecuador y Perú, y temperaturas más altas de lo normal en el nordeste brasilero y partes del Caribe, concluye un estudio publicado en Nature Climate Change (19 de enero).
“Un episodio extremo causa grandes sequías en países del Pacífico occidental como Australia e Indonesia y lluvias intensas (más de 5 mm por día) en las regiones del Pacífico oriental, como Ecuador y Perú”, dice Wenju Cai, investigador de la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation, en Australia.
Cai, autor principal del estudio, explica a SciDev.Net que un fenómeno El Niño normal ocurre debido a alteraciones climáticas provocadas por el calentamiento anómalo de las aguas del Pacífico occidental, a la altura del Ecuador.
En cambio, señala, en los eventos extremos de El Niño “son las aguas del Pacífico oriental las que se calientan más que el resto, fenómeno que ocurrirá con más frecuencia a medida que aumente la temperatura del planeta debido a las emisiones de gases invernadero”.
El equipo internacional de científicos de China, EE.UU., Francia, Japón y el Reino Unido, que publicó el trabajo en Nature Climate Change (19 de enero), analizó 20 modelos climáticos que reproducen los contrastes entre episodios normales y extremos de El Niño.
En cada modelo compararon la frecuencia de los El Niño de carácter extremo que ocurrieron en los cien años comprendidos entre 1891 y 1990 (período de control) y los que podrían ocurrir en la centena que va desde 1991 a 2090 (período de cambio climático).
Los modelos climáticos —que simulan variaciones de temperatura, corrientes marinas y nubosidad—, estimaron que el número total de El Niños bajaría ligeramente mientras que el número total de eventos extremos aumentaría de un episodio cada 20 años en el primer período de cien años a uno cada diez años en el segundo período, señala el estudio.
“Esta será una consecuencia irreversible del cambio climático. Se necesitaría una reducción dramática en las emisiones de gases de efecto invernadero… para reducir el impacto”, declara Mat Collins, investigador de la Universidad de Exeter, Gran Bretaña, y coautor del trabajo.
Matthew Windlansky, becario de postdoctorado en la Escuela de Ciencias del Océano y Terrestres y Tecnología del International Pacific Research Centre de la Universidad de Hawaii, EE.UU., entrega las consecuencias del hallazgo para América Latina.
“Con las temperaturas más altas ocurriendo en el Pacífico ecuatorial oriental, el estudio proyecta que en América Latina El Niño será más frecuente y tendrá consecuencias tan devastadoras como las tuvo en 1997 y 1998”, dice a SciDev.Net.
“El trabajo de Cai et al sugiere que la frecuencia de este tipo de anomalías climáticas se doblará debido al calentamiento global —tal vez ocurriendo cada diez años– pero han pasado 16 años desde el último evento”.
De acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial hay una ligera posibilidad de que se desarrolle un El Niño débil a mediados de este año.
Enlace al resumen del artículo en Nature Climate Change
Referencias
Nature Climate Change 4, 111–116 (2014)
María Elena Hurtado
Fuente: scidev.net