Cuando recibí el mail de invitación para colaborar con El Liprensador experimenté una gran emoción, pero no sabía qué escribir que resultara interesante a los lectores. Entonces se me ocurrió que tal vez podía comenzar desde el principio: las palabras.
¿Qué significan las palabras para mí?
Desde muy niña tenía una inclinación hacia la lectura. Los libros de fantasía, misterio, romance, me llevaron a mundos diferentes, creo que he recorrido el mundo entero, a pesar de no haberme subido jamás a un avión. Esas páginas entrañables llenas de palabras significaban para mi una libertad que no conocía límites. Leer era transportarse a otros lugares, a otras épocas, y a veces sentir que yo, y solo yo, era la protagonista de esas historias, algunas veces como heroína, otras como la dama que espera a su príncipe azul, otras incluso me imaginaba en la piel de un personaje varón, pues las palabras no tienen género.
Las palabras fueron en mi vida el sostén a la adversidad, el refugio a los diferentes dolores a los que el destino me enfrentó pero también fueron las que expresaron mi alegría, mi emoción. Sea leyendo o escribiendo, las palabras tenían vida propia ante mis ojos y mis oídos.
Incluso las palabras cotidianas, que a veces repetimos como autómatas, tienen el filo de un puñal o el bálsamo de un beso, según como sean dichas y escuchadas.
Hace unos días atrás escuché «ten la palabra impecable», y me pregunté ¿qué significa?, y creo que lo que intenta expresar la frase es que las palabras deben ser limpias, puras. Muchas veces, la interpretación que les damos a las mismas es lo que enturbia o esclarece el sentido de los términos pronunciados. Somos nosotros, los mortales, los que convertimos en bueno o malo un término, una frase, una expresión y hasta un libro completo. Las palabras en si mismas no conocen del bien y del mal, son ellas las que nos eligen a nosotros en su entrega desinteresada para que hagamos uso de ellas, y de nosotros depende mantenerlas impecables incluso cuando hacemos una crítica.
Y para comenzar debía expresar mi compromiso de mantener las palabras escritas de ahora en adelante más en el ámbito de lo puro, de lo honesto. Espero cumplir con este compromiso.